Gaceta Médica Madrid | lunes, 30 de noviembre de 2015 h |

Un estudio de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) señala que la alteración sutil de la lectura de un pulsioxímetro producida por el esmalte de uñas es clínicamente irrelevante. Cuando un paciente ingresa en urgencias, una de las primeras actuaciones clínicas más habituales que se realiza es medir la concentración de oxígeno en sangre con un pulsioxímetro colocado de manera perpendicular a la uña. Para evitar la posible influencia, el esmalte de uñas se elimina, lo que provoca un ligero retraso en la intervención médica de urgencia. Ahora, un estudio desarrollado por un equipo multidisciplinar liderado por los investigadores de la UPV/EHU Sendoa Ballesteros e Irrintzi Fernández establece que la alteración producida por la laca de uñas se encuentra en los márgenes de error estándar (± 2 por ciento) de los pulsioxímetros.

Un pulsioxímetro mide la saturación de oxígeno de la hemoglobina en sangre de manera no invasiva al detectar la diferente cantidad de luz absorbida por la hemoglobina oxigenada y la desoxigenada en las fases de sístole y diástole. Las sondas del pulsioxímetro se colocan con mayor frecuencia sobre las uñas de los dedos, donde el esmalte de las uñas podría distorsionar la medición. Por ello, durante el examen clínico en una situación de emergencia, la laca de uñas se retira de forma rutinaria para la valorar la saturación de oxígeno. Este proceso requiere disponer de líquidos disolventes adecuados y de algunos segundos para su ejecución. Además, previamente puede ser necesario obtener el consentimiento de la persona afectada, pudiendo llegar a existir posibles enfrentamientos con quienes se niegan a eliminar el esmalte.

De manera tradicional, se ha considerado que el esmalte de uñas puede absorber la luz emitida por los aparatos, interferir en la detección de la hemoglobina oxigenada e influir en las mediciones que se realizan para conocer la saturación de oxígeno en sangre, uno de los parámetros esenciales en la evaluación clínica de una persona. Con el objetivo de determinar la relevancia de esa influencia en los resultados de una pulsioximetría, Ballesteros y Fernández, profesores de Enfermería de la UPV/EHU, analizaron los datos de 440 personas que participaron en 12 ensayos clínicos realizados entre enero de 1999 y febrero de 2014 en Estados Unidos, Turquía, Brasil, Tailandia, Italia y Alemania. Estos ensayos fueron recogidos de seis de las bases de datos más importantes en Ciencias de la Salud (Medline, Embase, WOS, Scopus, CINAHL e IBECS). Entre los 440 casos estudiados, 50 eran de pacientes con ventilación mecánica, 42 presentaban enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y cinco personas sanas fueron sometidos a una simulación de hipoxia leve (bajos niveles de oxígeno) por altitud (3.084 m). El resto eran personas sanas que se sometieron de manera voluntaria al estudio.

En esta revisión realizada por el equipo liderado por Ballesteros y Fernández, se detectó que existen pequeñas diferencias en los resultados entre las personas que llevan las uñas pintadas y las que no; es decir, el color del esmalte influyó en los resultados estadísticos de la medición, pero estas variaciones detectadas fueron siempre inferiores al 2 por ciento. Se encuentran, por tanto, en los márgenes de error de los pulsioxímetros empleados y sin relevancia para la práctica clínica. Aunque sí se observó que los colores oscuros (negro, marrón, azul y púrpura) tendían a disminuir la intensidad de la señal y afectar al rendimiento del pulsioxímetro, no se obtuvieron diferencias estadísticas significativas entre los distintos colores del cosmético ni en función de las capas de esmalte aplicadas.

En opinión de Ballesteros, tras la revisión sistemática realizada en pacientes sometidos a pulsioximetría, “aunque el cosmético utilizado para pintarse las uñas puede afectar a la lectura de la saturación de oxígeno en sangre, esa sutil alteración no resulta clínicamente relevante, especialmente cuando se emplean dispositivos modernos basados en tecnología led y sensórica de alto rendimiento. Por tanto, no deben desaprovecharse tiempo y esfuerzos en retirar el esmalte de uñas durante una situación de urgencia para obtener una medición de oximetría válida.”