Tribuna/ La secretaria de Política Social del PP plantea una batería de medidas frente a la crisis para un sistema sanitario “público y para todos”
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Su modelo retributivo: pagar por resultados individuales, de grupo y de institución
Automatizar los precios de referencia y genéricos, también en tecnologías, ejes
josé García
Madrid
Ni copago ni más impuestos finalistas, eficacia, eficiencia, evaluación y, sobre todo, transparencia para un sistema sanitario “público y para todos”. Ana Pastor, secretaria de Política Social del Partido Popular, se subió a la Tribuna de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) para plantear una batería de medidas que hagan frente a la crisis de la Sanidad española, originada, según dijo, por la “profunda crisis económica”, y al problema, en su opinión, más importante: el de la financiación sanitaria.
Ante la “inacción absoluta”, según Pastor, que ha caracterizado al Gobierno y al Ministerio de Leire Pajín, la batería de medidas que desgranó la ex ministra de Sanidad pasan, en primer lugar, por un pacto sanitario “de verdad”, con un modelo de financiación y una solución a las diferencias interregionales de salud. “El ministerio debe velar porque haya un sistema sanitario igual para todos, también para los profesionales”, dijo.
En este punto y ante un auditorio con representación de todas las profesiones sanitarias, sacó a relucir lo que considera urgente: la planificación y mejora de la regulación de los recursos humanos. “Lo primero que hay que hacer es reunirse con los presidentes de los colegios profesionales y los decanos para definir esa planificación, y tener un registro de profesionales”, señaló y denunció que todavía no exista un modelo nacional de acreditación profesional que, en su opinión, “debe estar en manos de los profesionales y no de las administraciones”. También abogó por acabar con las fronteras interprofesionales para que las profesiones médica, enfermera y farmacéutica “crezcan hacia arriba”, y que haya categorías definidas, especializadas y acreditadas para ciertas competencias.
Retribuciones y objetivos
De cara a los profesionales, la hoja de ruta de Pastor también incluye establecer objetivos en términos de salud evaluados, no por los políticos, sino por aquellos profesionales “con mayor capacitación y formación”, y retribuir por resultados individuales, de grupo y de institución. En este sentido, instó a potenciar el papel de la Agencia de Calidad del SNS, y apostó por innovar en los sistemas de gestión, trabajar por procesos y hacer un cambio estructural en este sentido en los hospitales. Entre los ejes que sustentarían esa reforma, destacó la autonomía de gestión en primaria y especializada, operatividad en las urgencias para evitar duplicidades y mayor resolución de la primaria con el acceso a las tecnologías.
Clave para Pastor también es la política farmacéutica y la innovación. En este sentido, se mostró partidaria de evaluar antes de incorporar al sistema sanitario tanto los medicamentos como las tecnologías, cambiar el actual sistema de precios de referencia para que su entrada en vigor una vez que el fármaco pierda la patente sea automática, impulsar una política de precios “transparente” donde intervengan las comunidades autónomas, ajustar las dosis de fármacos a las necesidades, reformar la Agencia del Medicamento de cara a la “transparencia absoluta”, y potenciar los genéricos. En este sentido, abogó por los “genéricos”, también en las tecnologías y se preguntó por qué una prueba diagnóstica cuesta hoy lo mismo que hace 20 años.
Reclamó al ministerio el gasto farmacéutico hospitalario e instó a preservar la innovación terapéutica. “España no puede quedar atrás en la incorporación de nuevos fármacos y nuevas tecnologías”, dijo. Asimismo, apoyó la revisión del Profarma, la creación de un consorcio mixto donde esté el sector privado y la universidad para el impulso de la I+D+i, incentivos fiscales a la innovación, que el Instituto de Salud Carlos III dependa de Sanidad y una nueva regulación de los ensayos clínicos para que la tramitación sea “ágil, eficaz y transparente” y “esté colgada en Internet como los precios de los medicamentos”. La transparencia del sistema sanitario, por tanto, es esencial para la ex ministra de Sanidad a través de las nuevas tecnologías como la tarjeta, la receta y la historia clínica electrónica, que producirá, a su juicio, más ahorros estructurales en el sistema que con los decretos de medidas económicas aprobados por el Gobierno.
Por último, también defendió un espacio compartido con la medicina privada, “que no es privatizar, ya que la sanidad es pública y la cartera de servicios también”, y junto a la eficiencia, la igualdad efectiva de todos desde el rigor.