crisis/ La Consejería de Sanidad y CESM se reúnen para agilizar el acuerdo

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Valcárcel traslada al Foro su disposición para reducir el impacto de la ley

El resto de organizaciones cuestionan ahora la legitimidad del sindicato médico

| 2011-01-28T15:23:00+01:00 h |

E.M.C.

Madrid

Aún es pronto para conocer en qué términos, pero todo apunta a que el Gobierno de Murcia podría suavizar sus recortes a los empleados públicos y, en particular, a los médicos. El último paso en este camino se dio el viernes pasado.

Al cierre de esta edición todavía no se conocen los resultados de la reunión mantenida por el presidente de CESM-Murcia, Francisco Miralles, y la consejera de Sanidad de la comunidad, María Ángeles Palacios. El sindicato confía en la posibilidad de alcanzar acuerdos que permitan al Gobierno mantener el espíritu de la Ley de Medidas Extraordinarias para reducir el déficit público en la comunidad autónoma, sin que el peso recaiga de forma excesiva en el colectivo médico.

De entrada, CESM-Murcia ha reclamado a la consejera que no se altere la jornada ordinaria de los facultativos. “Tenemos una jornada de mañana y el resto es atención continuada, pero hay que reconocer que en primaria el turno de tarde se aceptaría, aunque no de buena gana”, explica Miralles.

Partiendo de esa garantía, una concesión que el Gobierno estaría dispuesta a realizar, el siguiente punto es la negociación de las repercusiones económicas. “Queremos que nos afecte en la cuantía que nos corresponda, de forma proporcional al resto de funcionarios. Ni un euro más, ni un euro menos”, puntualiza.

Sobre esta base, y haciendo hincapié en que la ley incurre en defectos formales, ya que legisla contra leyes estatales básicas de permisos y licencias, Miralles también espera que el Gobierno “aplace” los acuerdos sindicales, en lugar de “derogarlos”, un matiz en el que puede coincidir con el Gobierno. Asimismo, espera que la redistribución de efectivos se aplique al personal contratado con 35 horas, no a quienes han accedido por oposición o han sido contratados de forma específica.

La agenda negociadora de gobierno y sindicatos estuvo al rojo vivo la semana pasada. CESM-Murcia continúa la guerra por su cuenta, sin respaldar las movilizaciones del resto de organizaciones, y el Gobierno se reunió en paralelo con ambos grupos. Las negociaciones bilaterales de Sanidad y CESM-Murcia avivan las críticas del resto de organizaciones, que ya cuestionan la legitimidad del sindicato médico con el argumento de que se presentó a las elecciones en coalición.

Tampoco acaban de ver con buenos ojos que el presidente del Gobierno regional, Ramón Luis Valcárcel, accediera a reunirse el pasado martes con los miembros del Foro de la Profesión Médica de la Región de Murcia, que habían solicitado un encuentro para trasladarle su inquietud por las repercusiones de la ley para reducir el déficit público sobre la asistencia sanitaria (ver GM nº 360).

Aunque Valcárcel admitió que el único interlocutor válido para negociar dentro de los integrantes del grupo es el sindicato médico, el foro logró que el presidente mostrara una buena disposición para suavizar o realizar modificaciones en los recortes, con la intención de “mejorar” la aplicación de la ley en aspectos como la reducción de los salarios de los empleados públicos y la ampliación de la jornada laboral. Asuntos que ya ultiman la Consejería de Sanidad y CESM-Murcia.

El presidente regional también se reunió la semana pasada con representantes de UGT, CSI-F, CC.OO., Satse, Sterm-Intersindical, ANPE, SAE y SIDI, a los que emplazó a continuar las negociaciones con la consejera de Presidencia y Administraciones Públicas, María Pedro Reverte. En su último encuentro, los sindicatos reclamaron la derogación directa de los aspectos más lesivos.