Innovación/ Primer seminario sobre patentes del Hospital de La Princesa

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Se busca concienciar sobre la importancia de la transferencia de la tecnología
| 2011-02-25T17:35:00+01:00 h |

E. Sainz Corada

Madrid

Una pregunta aparentemente tan sencilla como qué es una patente o qué es susceptible o no de patentarse puede no ser tan fácil de contestar como parece. Ni siquiera para aquellos que, a priori, las “inventan”: los investigadores.

El principal problema, asegura Javier Pérez Gisbert, responsable de la Unidad de Innovación del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Princesa de Madrid, es que “muchas veces se está haciendo investigación que es potencialmente patentable pero el propio investigador no es consciente de que lo está haciendo”.

Por eso, para concienciar a los profesionales de la importancia de la innovación este instituto organizó un seminario sobre patentes en investigación biomédica dirigido a todas aquellas personas relacionadas con este campo. Y los temas a tratar fueron la importancia de la transferencia de la tecnología, la protección del conocimiento y, sobre todo, la definición y características de las patentes.

En palabras de Pérez Gisbert, “lo que queríamos era hablar de los aspectos más prácticos de lo que llamamos propiedad intelectual e industrial, dejar bien claro qué es una patente, qué puede patentarse y qué no y cómo podemos llegar a solicitar o pedir una patente, qué camino hay que seguir para llegar a hacerlo”.

Todo ello, continúa, dirigido a un nivel más básico, “a los grupos emergentes de modo que para ellos todos estos conceptos son muchas veces nuevos”.

Lo que es y lo que no

Pero, ¿qué es entonces susceptible de obtener una patente? “Para que algo sea patentable en primer lugar tiene que ser una invención, no un descubrimiento de algo que ya existe previamente. Y para que sea una invención hay tres características fundamentales: que sea algo nuevo (que no exista una comunicación pública previa en ningún congreso o publicación); tiene que implicar una actividad inventiva, lo que quiere decir que no se trata de una solución obvia para un experto en el tema; y por último, y que a veces se olvida, tiene que ser susceptible de que tenga aplicación industrial, que sea explotable comercialmente porque si no se puede fabricar no puede tener el sello de patente”, explica Gisbert.

Por otro lado también estaría la parte de qué no es una patente o qué no se puede patentar. Según el experto, en esta categoría estaría una idea que no tiene una aplicación práctica o el software como tal (“sí que se pueden, por ejemplo, algoritmos que tengan resultados técnicos”). Tampoco procedimientos de tratamiento, terapéuticos o variedades vegetales”, puntualiza.

El seminario fue la primera de las acciones formativas puestas en marcha por la Unidad de Innovación del Instituto de Investigación desde su acreditación el pasado mes de noviembre y del que forman parte los hospitales La Princesa, Santa Cristina, Niño Jesús, el área de AP al que corresponde el hospital y la universidad Autonoma de Madrid .