br
Su diana es JAK2 y sus niveles se relacionan con recaída en pacientes con LH
La alta presencia del microARN 451 mejora el pronóstico en cáncer de estómago
C.O./ I.F.
Barcelona
Se trata de pequeñas moléculas de ácido ribonucleico no codificantes que tienen la capacidad de regular la expresión de otros genes mediante diversos procesos. Su nombre es microRNAs y “nos dan las pistas de cómo se puede producir la respuesta a determinados fármacos”, según confirmó Jesús García-Foncillas, investigador principal del Laboratorio del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, durante el 4º Congreso de la Sociedad Española de Farmacogenética y Farmacogenómica (SEFF) en Pamplona.
Prueba de ello son los resultados de un estudio liderado por Mariano Monzó, del Laboratorio de Oncología y Embriología Molecular del Hospital Clínic-Universidad de Barcelona, que demuestra la relación clave que existen entre microRNAs y los inhibidores de la diana terapéutica JAK2 en el linfoma de Hodgkin (LH).
Como explicó Monzó, tras analizar 156 microRNAs en 89 pacientes con LH, se observó “la existencia de perfiles de microRNAs que permiten diferenciar esclerosis nodular de celularidad mixta, así como identificar las células de Reed-Sternberg”. En concreto, destaca el denominado miR-135a, “que tiene como diana a JAK2 y sus niveles se relacionan con recaída en pacientes con esta enfermedad”.
En este sentido, la administración de un inhibidor de JAK2, como lestaurtinib (CEP701), en combinación con la información aportada por miR-135a, puede ser útil a la hora de monitorizar de forma más eficaz el tratamiento farmacológico en estos pacientes.
Por otro lado, en otros cánceres como el de estómago también está destacando el papel de ciertos microRNAs en la predicción de la respuesta a las terapias de elección. Así, investigadores del CIMA presentaron en el congreso un estudio en el que se confirma que la presencia elevada del microRNA 451 informa sobre una mejor respuesta al tratamiento con quimiorradioterapia y sobre una mayor supervivencia de los pacientes con este tipo de neoplasia. “Esta molécula podría convertirse en un biomarcador de respuesta al tratamiento en cáncer de estómago”, subrayó García-Foncillas, recordando que el CIMA también está participando en otros ensayos en fase de preclínica en los que se está evaluando la influencia de los microRNAs 192 y 215 en la respuesta a fármacos indicados en cáncer de colon.
Retos en Psiquiatría
En el terreno de la Psiquiatría la farmacogenética resulta muy prometedora porque, tal como indicaba Julio Benítez, profesor del Departamento de Farmacología y Psiquiatría de la Universidad de Extremadura, “es clásico que los fármacos antidepresivos, antipsicóticos y ansiolíticos presentan entre un 20 y un 50 por ciento de fracaso terapéutico, y la farmacogenética puede ayudar a disminuirlo a la mitad”.
Por el momento se han dado pequeños pasos que están permitiendo determinar la capacidad del paciente de metabolizar ciertos fármacos, lo que posibilita ajustar las dosis clínicas de manera que el tratamiento sea más eficaz y produzca menos efectos secundarios. Pero queda mucho por hacer en el caso concreto de los trastornos psiquiátricos, ya que “aún es grande el desconocimiento y de momento la capacidad de utilizar información fármacogenética para predecir la respuesta a tratamientos psicotrópicos es limitada, aunque ya existen algunos tests genéticos que son de utilidad a la hora de ajustar las dosis clínicas”, expresó María Jesús Arranz, del Departamento de Psiquiatría del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander.
Para Benítez, el “mayor escollo que queda por solventar en el campo de la Psiquiatría y la Neurología es la traslación a la clínica de los hallazgos científicos”.
Víctor Pérez, del Servicio de Psiquiatría del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, hizo hincapié en la utilidad de la Farmacogenómica en el tratamiento de la depresión, ante la necesidad de los expertos de contar con insturmentos válidos y fiables para predecir tanto la respuesta como la intolerancia al tratamiento.
Marcadores insuficientes
En la actualidad, existen marcadores fiables relacionados con la respuesta antidepresiva, como la vía serotoninérgica, la vía glutamatérgica o los genes que codifican para receptores de corticoides, “pero no explican un porcentaje en la respuesta suficiente como para utilizarlos en la clínica”, matizó Pérez.
Por tanto, el principal objetivo que persiguen numerosos grupos investigadores es desarrollar un test que permita predecir la respuesta antidepresiva con fiabilidad, así como la existencia de efectos secundarios.