VIII Congreso de la Sociedad Española del Dolor

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La aplicación transdérmica abre nuevas vías en el tratamiento del dolor
| 2010-06-04T16:41:00+02:00 h |

Redacción

Madrid

Nuevas vías de aplicación de moléculas ya conocidas. Ese parece ser el camino emprendido, ante la falta de nuevas bases terapéuticas. Tal es el caso de la lidocaína, que ha encontrado en la vía transdérmica una mayor eficacia. “Varios ensayos han constatado la eficacia rápida y sostenida del apósito de lidocaína al 5 por ciento, para aliviar los síntomas del dolor neuropático asociado a infección previa por herpes zóster”, aseguró Óscar de León-Casasola, del Roswell Park Center Institute, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buffalo (EEUU), durante el congreso.

Así destacó que, al aplicarse este parche en la piel “la lidocaína se une con avidez a los canales de sodio anormales que se encuentran sobreexpresados en los nervios periféricos lesionados, con lo que suprime tanto la actividad espontánea como la provocada anormal, que puede iniciar y mantener ciertos dolores neuropáticos”.

A este respecto, Carlos Goicoechea, del Departamento de Farmacología y Nutrición de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, añadió que “su uso permite una localización del efecto en la zona donde se produce el dolor, absorbiéndose únicamente el 3 por ciento de la dosis total aplicada”. Y por ello subrayó la baja probabilidad de efectos sistémicos y el bajo riesgo de efectos cardiovasculares adversos que presenta.