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| viernes, 10 de febrero de 2012 h |

Pregunta. ¿Cuáles son los retos primordiales para mejorar la calidad de vida de los pacientes asmáticos?

Respuesta. Los retos más importantes son, por una parte, mejorar y facilitar la adherencia de los tratamientos; sabemos que un porcentaje alto de pacientes no se controla su enfermedad por la mala cumplimentación o la mala adherencia al tratamiento. En la mala adherencia van a participar diferentes factores, desde la falta de conocimiento, al no ser consciente de la enfermedad, al hecho de que se emplean tratamientos crónicos durante largo tiempo de la vida del paciente. Otro reto sería el mejor control de la enfermedad, con la mejora o desarrollo farmacológico, lo que permite disminuir los síntomas diarios, e incluso, tratar el asma de difícil control.

P. ¿Cómo se podría mejorar el diagnóstico del asma?

R. El diagnóstico del asma no es un diagnóstico difícil desde el punto de vista tecnológico, es decir, no precisa un equipamiento complejo, sino, esencialmente, un buen conocimiento de la enfermedad, y, por tanto, la formación de los profesionales sanitarios que atienden a los pacientes con enfermedades respiratorias es muy importante. Se debe sospechar ante un paciente que acuda a la consulta con tos, disnea o con ruidos respiratorios. Las pruebas que permiten confirmar el diagnóstico de asma bronquial son la espirometría y el test broncodilatador, que son pruebas muy sencillas y deberían estar accesibles en todos los centros de salud, y esto no siempre es así, lo que supone otra limitación.

P. ¿Qué supone la existencia de la Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA) en cuanto a la elección de tratamientos en asmáticos?

R. La guía española para el manejo del asma es un documento de consenso, multidisciplinar, un documento en el que han participado todas las sociedades no sólo de neumología, sino sociedades de medicina de la familia, medicina interna, alergología, pediatría, urgencias, etc. Facilita tanto el diagnóstico como la decisión del tratamiento a todos los profesionales que manejan y que tratan estos pacientes. Por tanto, es una ayuda en el manejo del asma bronquial para todos los profesionales sanitarios.

P. ¿Qué dificultades encuentra el paciente asmático a la hora de utilizar sistemas inhaladores como MDI o polvo seco?

R. La terapia inhalada tiene múltiples ventajas, por eso la usamos, y es que con menos dosis alcanzamos el efecto deseado y, por tanto, tiene menos efectos adversos. Damos la medicación allí donde queremos que actúe, que es en la vía respiratoria. Las desventajas es que requiere una técnica, un adiestramiento, es decir, una educación del paciente que a veces no se hace adecuadamente porque no se dispone de tiempo y otras veces porque los profesionales que prescriben este tipo de terapia inhalada no lo consideran necesario. En ocasiones hay una falta de concienciación. El aprendizaje de la técnica de inhalación es imprescindible para que el tratamiento sea eficaz. No es que sea difícil, pero sí requiere un mínimo aprendizaje y conocimiento.

P. ¿Cuál es la importancia de que un fármaco llegue por la vía aérea periférica?

R. La importancia es que estamos hablando de que el asma es una enfermedad inflamatoria de la pequeña vía aérea, por tanto, lo que nos interesa es disminuir la inflamación en esos bronquios más finos. ¿Cómo podemos hacerlo? Al administrar la medicación por vía inhalada y con el tamaño de partícula adecuada, evitamos utilizar más dosis y por tanto más efectos adversos asociados a ese tratamiento, y conseguimos a su vez una mayor eficacia.

P. ¿Qué dispositivos hay en el mercado que puedan superar estos inconvenientes?

R. Hay muchos dispositivos, desde el clásico cartucho presurizado MDI, hasta diferentes dispositivos de polvo seco para la administración por vía inhalada. Más recientemente ha salido un nuevo MDI en solución con partículas extrafinas, a diferencia del MDI convencional en suspensión, con unas importantes mejoras ya que consigue un depósito superior y homogéneo en el pulmón alcanzando hasta 1/3 la pequeña vía aérea.

P. ¿Cómo actúa el sistema Modulite®?

R. La tecnología Modulite® permite que cuando se hace la inhalación, al proporcionar una nube más lenta, facilite la técnica de inhalación en la coordinación pulsación-inhalación. El paciente debe entender que cuando ha empezado a inhalar, el aire que entra en sus pulmones lleva la medicación. Con el MDI clásico es importante que al empezar a inhalar apriete el cartucho presurizado; esa necesidad de coordinar, en el sistema Modulite® ya no es tan importante.

P. ¿Qué beneficios tiene esta tecnología?

R. Los mayores beneficios son que no requiere una coordinación entre la pulsación y la inhalación y que el tamaño de la partícula emitida es menor, por tanto, se consigue así un mayor depósito pulmonar que con otros dispositivos de inhalación. Otra ventaja es que no precisa agitarse y desde el punto de vista económico tiene un mejor coste eficacia.

P. ¿Da mayor calidad de vida a los pacientes?

R. Permite controlar mejor la enfermedad y con esto la calidad de vida aumenta y se controla mejor todo lo que son los síntomas y la medicación. Para controlar la enfermedad se supone que el paciente tiene que controlar todo, pero si lo hace mal, por muy bueno que sea el fármaco no conseguimos el efecto deseado.

P. ¿Cómo ha facilitado la tecnología Modulite® su trabajo a los neumólogos?

R. Se la ha facilitado mucho porque sabemos que con este sistema Modulite® se simplifica la técnica de inhalación y se facilita la administración del fármaco. Pensemos que los asmáticos muchas veces son personas mayores, a veces con limitaciones, por lo que todo lo que sea tecnología que facilite la inhalación y haga más sencilla la técnica inhalatoria supondrá un beneficio.

P. De cara al futuro ¿Cuál es el panorama? ¿Hay innovaciones?

R. En el futuro en relación a esta enfermedad seguramente se desarrollen nuevos fármacos a través de diferentes mecanismos de acción, que incidan en el control del asma grave de difícil control, que es un grupo de pacientes que parece que tienen una corticoresistencia y donde parece que se hacen necesarios un tipo de tratamientos más específicos y que actúen a nivel de la inmunología de la enfermedad. Otro campo de desarrollo será mejorar la adherencia, el cumplimiento del tratamiento en los pacientes. En este campo se espera que surjan mejoras de la mano de la tecnología, con dispositivos que permitan dispensar varias moléculas o sistemas como Modulite®, que con un menor adiestramiento podamos seguir el tratamiento. Además, habría que incidir en lo que es el mejor diagnóstico de la enfermedad y de forma precoz. En definitiva, que haya mayor conocimiento de la enfermedad por parte de la población y los profesionales sanitarios.

“La terapia inhalada tiene la ventaja de que con menos dosis se alcanza el efecto deseado”

“Modulite® simplifica la técnica de inhalación y facilita la administración del fármaco”