C. S. Madrid | lunes, 12 de mayo de 2014 h |

Las estimaciones indican que uno de cada entre 4.000 y 10.000 niños tiene déficit de hormona de crecimiento (GH, por sus siglas en inglés), lo que provoca, entre otros problemas un crecimiento lento, problemas metabólicos, tendencia a la obesidad, hipoglucemia y un aumento de los perfiles lipídicos.

Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan tanto pacientes como familiares es la dificultad que entraña lograr la adherencia a los tratamientos. La mayoría de las personas que padecen esta patología son menores de 15 años. Por ello, Merck España ha presentado este lunes en Madrid una herramienta “nueva y única” que facilita la administración de esta hormona.

Se trata del Saizen Easypod System, un dispositivo electrónico que agiliza, optimiza y racionaliza la monitorización de la adherencia al tratamiento con un importante ahorro potencial del tiempo en consulta, según indicaron los expertos del sector farmacéutico y sanitario durante la presentación.

Si una vez que se ha realizado el diagnóstico y se ha fijado una dosis de GH, el menor no crece, “puede deberse simplemente a que igual el menor no se está tomando el fármaco”, ha advertido el director médico de Merck España, Ramón Hernández. Gracias al nuevo dispositivo, “más avanzado” se puede saber exactamente cuándo el paciente se toma la medicación, qué dosis se le está suministrando y si es la adecuada para conseguir mejores resultados, ha apuntado.

Todo ello es posible mediante el envío automático de SMS y correos electrónicos, cuando el umbral de transmisión de datos es inferior a los intervalos establecidos previamente por el médico en consulta. “La tecnología facilita la vida de los pacientes” y, en este caso, esta herramienta evita “el despilfarro” del fármaco, ha asegurado Hernández.

Este aparato se presentará oficialmente a la comunidad médica en el congreso de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (14-16 de mayo) en Sevilla, pero no será hasta el lunes 19 cuando se lanzará en ocho hospitales de la geografía española. A partir de septiembre, y cuando ya se haya obtenido cierto feedback, se extenderá a más hospitales españoles.

Según Mª Dolores Rodríguez, jefe de sección de Endocrinología Pediátrica del Hospital Gregorio Marañón, invertir en tecnología es sinónimo de innovación. Además, como ha subrayado, es importante resaltar que el tratamiento con GH “es muy efectivo” y consigue “muy buenos resultados”. No obstante, a veces el paciente tiene mala adherencia al tratamiento pero con este aparato se puede medir con métodos informáticos lo que puede suponer una mejora de en torno el 20 por ciento.

El Saizen Easypod System permite conocer si el niño ha cumplido todas las dosis, todos los días y partes, por tanto, de un modelo guiado. De este modo, si se observa que un paciente no responde de manera favorable a pesar de que se administra periódicamente la dosis correspondiente, el médico decidirá si cambiar la dosis, modificar el diagnóstico o directamente suprimir el tratamiento, ha aseverado Isabel González, jefe de sección de Endocrinología Pediátrica del Hospital La Paz.

Otra de las ventajas que ha destacado es que “saltan alarmas para que se vuelva al carril del cumplimiento”, cuando durante un tiempo determinado no se ha administrado la GH o se ha hecho erróneamente. “Es un sistema seguro, preciso y que permite a los médicos garantizar la adherencia”, ha precisado González, al tiempo que ha recalcado que “cuando nos sentimos observados como pacientes, se garantiza un mejor cumplimiento”.

En esta línea, la endocrinóloga pediatra del Hospital Gregorio Marañón Amparo Rodríguez ha insistido en que esta herramienta tiene muy buena acogida entre los menores porque “no tiene apariencia de dispositivo médico y la aguja está oculta”. Como los niños tratados con GH varían desde tres o cuatro kilos hasta adolescentes, este dispositivo tiene un sistema que permite que la aguja pueda variar “la velocidad y la profundidad de inyección”.

Finalmente, los expertos han puntualizado que este tratamiento está subvencionado por la Seguridad Social siempre y cuando los pacientes reúnan criterios específicos como un déficit de la hormona del crecimiento que va más allá que un mal crecimiento. En caso de niños con talla baja idiopática —retraso constitucional del crecimiento— no se financia, han concluido.