Semergen presenta un análisis comparado de la situación de estos profesionales

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| lunes, 30 de enero de 2012 h |

La mayoría de los médicos y enfermeros de Atención Primaria manifiestan un grado de satisfacción medio-alto con sus condiciones laborales (un 65 por ciento y un 68 por ciento, respectivamente) y con su retribución económica (el 40 por ciento en ambos casos). Ahora bien, ambos colectivos muestran un elevado grado de desmotivación (88 y 89 por ciento, respectivamente) y consideran que la orientación de su carrera profesional debería basarse en la valoración y evaluación de aquellos aspectos inherentes al ejercio de la profesión médica, especialmente en procesos de desarrollo profesional continuo (DPC). La sobrecarga asistencial, la falta de personal y la escasez de infraestructuras y equipamientos también son causa de esa desmotivación.

Así lo reflejan los resultados de una encuesta telefónica a 1.500 médicos de Atención Primaria y 1.500 enfermeros de este mismo nivel de las diferentes comunidades autónomas realizada por la Sociedad Española de Médidos de Atención Primaria (Semergen), que han sido presentados hoy por el autor del trabajo, el vicesecretario, José Ignacio Cantero, y los presidentes de Semergen, Julio Zarco, y del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado.

Las comunidades autónomas cuyos profesionales se consideran mejor retribuidos se corresponden con aquellas en las que estos han manifestado sentirse más satisfechos con su situación laboral y donde se dan mayores porcentajes de acuerdo ante la posibilidad de que una parte del sueldo esté sujeto a incentivos previamente definidos y fácilmente medibles y evaluables (76 por ciento y 73 por ciento). Estas regiones son Asturias, País Vasco, Murcia, Aragón, La Rioja, Castilla-La Mancha y Navarra. Los profesionales que desempeñan su labor en estas autonomías son los menos proclives a cambiar su actual relación laboral contractual (51 por ciento y 64 por ciento). También expresan mayoritariamente que deben ser incentivados por resultados en salud y, en segundo término, por número de pacientes atendidos.

Carga de trabajo y relación médico-paciente

En relación con los aspectos asistenciales, el personal médico refiere estar sometido a una mayor sobrecarga asistencial que el personal de enfermería (91,1 por ciento y 65,5 por ciento). Los tiempos que los profesionales encuestados consideran necesarios para realizar primeras consultas y sucesivas son de 15 y 9 minutos respectivamente, en el caso de los médicos, y de 22 y 13 minutos para los enfermeros. La opinión de ambos colectivos es claramente favorable a la reorganización de las cargas de trabajo y responsabilidades dentro del equipo, de forma que se les descargue de la realización de determinadas tareas burocráticas.

Los profesionales médicos se han mostrado mayoritariamente de acuerdo con la prescripción enfermera (el 54 por ciento), siempre y cuando se haga con el consenso del equipo sanitario y dentro de un protocolo de actuación. Uno de cada cuatro profesionales de AP (médicos y enfermeros) ha sufrido agresiones en el último año por parte de los pacientes o sus acompañantes (26 por ciento y 22 por ciento).

Cambio de modelo

La mayor parte de los profesionales encuestados considera válido pero mejorable el actual modelo de AP (77 por ciento y 83 por ciento respectivamente). A este respecto, en el análisis se plantean las siguientes líneas directrices para futuros cambios: una mayor participación del paciente, la implementación de algún sistema de corresponsabilidad y la gestión conjunta e integrada de AP y atención hospitalaria, considerando que esta última opción mejoraría especialmente aspectos tales como la accesibilidad, la calidad asistencial, la disminución de la burocracia, una mayor dotación de recursos y, en general, la eficiencia del sistema. En relación con las nuevas fórmulas de gestión, sólo una tercera parte de los profesionales encuestados afirman conocer alguna de estas fórmulas (35 por ciento y 25 por ciento), decantándose mayoritariamente por las Unidades de Gestión Clínica (UGC).

Recursos

La mayoría de los profesionales de AP están de acuerdo en que la prioridad de acceso a las pruebas diagnósticas sea la misma que la de sus homólogos hospitalarios. A este respecto, existen importantes desigualdades entre las diferentes comunidades autónomas, sobre todo con respecto al uso de la mamografía, la ecocardiografía o el TAC. Por su parte, las técnicas y procedimientos que realiza el personal de enfermería en AP resultan adecuados para una gran mayoría de los enfermeros encuestados (68 por ciento).

Con respecto a los recursos humanos, tanto médicos como personal de enfermería consideran de forma unánime que los centros de salud necesitan más personal (60 por ciento y 62 por ciento respectivamente) y mejor equipamiento en tecnologías de la comunicación (41 por ciento para ambos colectivos). Su opinión sobre las consultas no presenciales se muestra claramente a favor de la implantación de la consulta telefónica.

Profesionalizar la gestión

Los médicos y enfermeros encuestados consideran mayoritariamente (59,20 por ciento y 66,8 por ciento respectivamente) que el eje del sistema sanitario lo constituyen los profesionales sanitarios y los pacientes por igual. Ambos colectivos se muestran de acuerdo en un 50 por ciento en que la gestión de las áreas se encargue a expertos en gestión sanitaria, sean o no médicos. También expresan de manera mayoritaria su firme deseo de desvincular la gestión sanitaria de los avatares y cambios políticos que tienen lugar con la periodicidad que marcan las urnas. Los dos estamentos están de acuerdo en que se definan las funciones del personal de los centros de salud y se asignen por escrito dichas tareas.

Aparte de la necesidad de realizar campañas de educación sanitaria dirigidas a la población general, los médicos y enfermeros de AP ven necesaria la implantación de sistemas de corresponsabilidad del paciente (86 por ciento y 75,4 por ciento respectivamente). El análisis muestra que el principal objetivo de los profesionales encuestados para con esta medida no es otro que reducir la utilización innecesaria de los servicios sanitarios (79 por ciento y 72 por ciento). Sobre su forma de implementación, ambos colectivos muestran mayor grado de acuerdo en que se pague por consulta o acto médico (47,40 por ciento y 31,40 por ciento), mediante ‘tickets’ moderadores por consultas innecesarias (33 por ciento y 39 por ciento) y por la realización de pruebas a petición del paciente sin orden médica (10 por ciento y 15 por ciento).