Congreso/ Según el guión, las organizaciones profesionales intervendrán con carácter consultivo sobre los acuerdos entre CC.AA. y Estado

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E.M.C. Madrid | viernes, 03 de febrero de 2012 h |

La crítica del presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, al discurso de Ana Mato refleja el descontento de los profesionales con el planteamiento inicial. “No hemos visto propuesta de cambios estructurales. Lo del pacto suena ya aburrido, vamos a cambiarle el nombre por lo menos porque ya es indignante”. Sendín cuestiona que sean capaces de lograrlo: “Falta voluntad para hacer un registro y para todo lo demás. Sin embargo es el único camino, es imprescindible”. El presidente de la OMC también critica las incoherencias: “los que entonces lo paralizaron ahora lo impulsan y los otros a lo mejor lo rechazan”, sospecha, y pide a los políticos compromiso para no atentar contra el SNS, sino garantizarlo. “Quien se cargue este sistema no volverá a ganar las elecciones” advierte.

Por su parte, CC.OO. echa en falta en su declaración mayor diálogo con los agentes sociales, punto que enlaza con el deseo del vocal de Médicos en Formación de la OMC, Fernando Rivas, que pide que el pacto no impulse medidas unilaterales y tenga en cuenta a los médicos.

Desde el sindicato médico CESM, su secretario general, Patricio Martínez, insiste en los cambios estructurales y la despolitización y recuerda que “la última vez, no fueron capaces de ponerse de acuerdo, así que…”

Sobrevuela la política sanitaria desde hace cinco años y la mente de los últimos cuatro ministros del ramo, pero el Pacto por la Sanidad, esta vez ampliando miras hacia los Servicios Sociales, ha aterrizado de nuevo en la Sala Ernest Lluch del Congreso de los Diputados, en la primera comparecencia ante la comisión de Sanidad de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, celebrada esta semana. “La situación actual nos obliga a reaccionar, el estado no puede mantenerse con facturas en el cajón y deudas, hay que sentar las bases para un sistema que siga siendo valorado por los españoles”, aseguró ante los diputados.

La respuesta nuevamente es el famoso pacto. Mato tiene plazos a la vista, espera lograrlo antes del verano, y también un esquema claro de los temas que deben abordarse y la estructura de las negociaciones, que se vertebraran a tres bandas: comunidades, estado y grupos políticos. En el ámbito de la Sanidad, la propuesta se presentará a las comunidades autónomas a través del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, con el fin de alcanzar acuerdos básicos sobre diez puntos principales. Sostenibilidad, cartera básica de servicios común, nuevo modelo de prestación farmacéutica, e-salud interoperable, e igualdad entre todos los españoles son los puntos destacados por Mato, que también planteará nuevos modelos de gestión asistencial y desarrollo profesional y mayor eficiencia.

Sobre este acuerdo, el ministerio abrirá consulta a los representantes sociales. El mismo esquema se repetirá en el plano de los Servicios Sociales y la suma de ambos pactos confluirá en un compromiso sociosanitario, que impulse ese mismo acuerdo en la esfera parlamentaria.

Ley de Servicios sin recortes

Sobre esta base, Mato pretende redactar con “el máximo consenso” un anteproyecto de Ley de Servicios Básicos que establecerá las garantías de estas prestaciones, en ningún caso “recortes”, aclaró la ministra, que serán comunes en todas las regiones, para evitar inequidades entre los ciudadanos según su lugar de residencia. Todo ello, sin perder de vista que el paciente debe situarse en el eje central del sistema.

Esta vez, la ministra no escatimó en atributos para una sanidad que calificó como “pública, gratuita y universal” en la que destacó el papel de los profesionales sanitarios. Sin su colaboración, —indicó— no es posible mejorar la sanidad ni avanzar hacia una sanidad más humana”.

De ahí que la gestión de la asistencia sanitaria constituya uno de los puntos sobre el cual buscar consensos para el futuro pacto. Mato propone mejorar la organización de atención primaria y especializada para “evitar que sean compartimentos estancos”, así como impulsar la gestión clínica que garantice la continuidad asistencial a pacientes crónicos, reduciendo tiempos de espera y pruebas innecesarias. Un modelo de gestión “más flexible, con más autonomía a los profesionales que les conceda un papel más relevante” La gestión por procesos y la priorización según la gravedad en el diagnóstico serán otras pautas de actuación.

En el capítulo de recursos humanos (RR HH), la ministra asegura que promoverá “una amplia agenda para poner en valor el principal activo del sistema sanitario”. Abordará la ordenación de profesiones sanitarias, títulos, especialidades y formación y el diseño con las comunidades de modelos organizativos, funcionales y retributivos. Además, impulsará el desarrollo de la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias (LOPS), prácticamente “inédita” desde 2003, según Mato, y creará un registro estatal de profesiones sanitarias como herramienta de planificación de necesidades. Sin pasar por alto la troncalidad, las áreas de capacitación específica o las nuevas especialidades, entre otros temas.

Para la portavoz socialista en el Congreso, la primera intervención de Ana Mato es “un brindis al sol”. Pilar Grande aseguró que le adjuntarán el material del pacto que “el PP boicoteó”, “con 60 propuestas estupendas y conclusiones”. En aquel momento, recordó, había que hacer frente a una deuda de entonces 12.000 millones de euros. Grande espera que resolver la actual, cifrada en 15.000, siga siendo “una condición sine qua non para el PP. Un comentario irónico que enlaza con el “deseo” de que las comunidades populares presten más atención al nuevo gobierno en su proyecto de registro de profesionales que al del anterior gobierno.

Por su parte, Rosa Díez, de UPyD, sigue viendo “muchas tareas y pocas competencias” en el ministerio. “Financiación, desgobierno y falta de cohesión” son los principales problemas, según la portavoz, que destacó carencias importantes en RR HH, con médicos que “son los peores pagados de Europa”.

Mientras, Convergencia i Unió y el grupo Izquierda Plural llamaron la atención sobre otras asignaturas pendientes. Conchita Tarruella, portavoz de CiU, instó a Mato a resolver los problemas en las regiones limítrofes, así como la situación de los mestos. Gaspar Llamazares, en nombre de Izquierda Plural, recordó que en el último año la esperanza de vida ha descendido en España, junto con Grecia, y pidió un debate transparente sobre los modelos de gestión privada que cuentan con el respaldo popular. Desde este grupo, para otro veterano de la Sanidad, Manuel Cervera, la noticia del día estaba clara: sin lugar a dudas, destacaba como un logro el planteamiento de este gran pacto.