Ministerio/ La ex consejera gallega, Pilar Farjas, aportará su experiencia en la gestión como secretaria general de Sanidad en el nuevo equipo

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| jueves, 05 de enero de 2012 h |

El sector esperaba como agua de mayo el nombramiento de otra Ana (Pastor) que ocupa ya la cartera de Fomento (ver GM, nº 403), pero finalmente será Mato quien lleve las riendas del ahora Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en un momento convulso en el que, de entrada, contará con menos recursos para su departamento: 409 millones de euros menos contemplados dentro del acuerdo de no disponibilidad que acompaña la prórroga provisional de los presupuestos generales del estado de 2011 aprobado en el segundo Consejo de Ministros del nuevo gobierno, el pasado 30 de diciembre. Lo hará rodeada, eso sí, de un equipo que encabeza la hasta ahora consejera de sanidad gallega, Pilar Farjas, nueva secretaria general de Sanidad.

A falta de conocer las partidas que se verán afectadas por este primer ajuste, lo que sí consta ya es que el gobierno de Rajoy pretende poner el acento en adelgazar la estructura de la administración, con los denominados “chiringuitos” en su punto de mira. No en vano, el Consejo de Ministros del pasado jueves estudió un informe presentado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que cifra en cerca de 4.000 las empresas, fundaciones y corporaciones públicas de la administración. Eso sí, sin miras a trasladar el ahorro en duplicidades al gasto sanitario, como inicialmente apuntaba el Partido Popular catalán (ver GM, nº 386).

En el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera, Montoro instará a los consejeros a cumplir con un acuerdo de 2010 para reducir más de medio millar de estos organismos, ya que hasta la fecha solo se han eliminado setenta.

De los últimos consejos de ministros han salido otras medidas que afectarán a los trabajadores sanitarios. El aumento del IRPF en el caso de los facultativos, aunque con grandes variaciones retributivas entre comunidades autónomas pero en el entorno de los 45.000 euros anuales, supondrá un incremento en la cuota de 606 euros en el caso de los solteros sin hijos, y de cerca de 475 en la simulación de casados con dos hijos que presenten declaraciones conjuntas. Pero además, los trabajadores del sector público verán congelados sus salarios.

Reformista y dialogante

Por otra parte, el sector sigue atento a los primeros pasos de la nueva ministra, Ana Mato, que en su discurso de la toma de posesión abogó por un ministerio “reformista”, con capacidad de diálogo con las comunidades autónomas, organizaciones de pacientes y usuarios y profesionales sanitarios, cuya participación subrayó como “imprescindible”.

“Para los ciudadanos, la salud es lo primero, y para este gobierno, por supuesto también”. Esta frase, junto con la referencia al mandato constitucional de garantizar “una sanidad universal para todos los españoles” fueron las escuetas alusiones a la sanidad en su debut como ministra. Austeridad en palabras, que se reflejará también en la propia composición del ministerio, cuya nueva estructura supone, —según explicó Ana Mato en el acto de toma de posesión de Pilar Farjas— una reducción del 25 por ciento en órganos directivos y altos cargos.

En materia de Sanidad, el ministerio mantiene la secretaría general con rango de Subsecretaria, liderada por Farjas, de la que dependerán la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación (suprimiendo así las direcciones generales de Salud Pública y la Agencia de Calidad del SNS) ; una nueva Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia (que anula la D.G. de Farmacia y Productos Sanitarios); y la Dirección General de Ordenación Profesional, que borra de su enunciado anterior las referencias a la Cohesión del SNS y la Alta Inspección.

El Carlos III, en Economía

No obstante, el organigrama del ministerio cambia sustancialmente con respecto a la idea inicial de Ana Mato, que ya durante su investidura destacó su compromiso para luchar por el regreso a Sanidad del Instituto de Salud Carlos III. Y lo que es más, según recoge la agencia de noticias Europa Press, fuentes ministeriales habrían reconocido que el instituto se integraba en el planteamiento inicial de la ministra.

Sin embargo, la recién nombrada secretaria de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela del nuevo ministerio de Economía y Competitividad ya ha confirmado que todos los Organismos Públicos de Investigación, entre ellos el Carlos III, dependerán de su departamento. Decisión duramente criticada por el diputado socialista y ex secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, que ha insistido en que el anuncio contradice las continuas reclamaciones realizadas por el Partido Popular en la oposición para conseguir que el instituto abandonara su integración en el Ministerio de Ciencia e Innovación para regresar a Sanidad.

Sobre esta estructura Mato articulará un equipo que ya se va perfilando, con nombramientos recientes como el de la directora general de Salud Pública, Mª Mercedes Vinuesa, y que estará completo en las próximas semanas. Por ahora, la designación de Pilar Farjas como secretaria general de Sanidad ha sido muy bien recibida por los agentes del sector sanitario, que, en términos generales, alaban su experiencia y su conocimiento de la materia, lo que le permitirá resolver temas pendientes sin dilaciones innecesarias, precisamente los mismos rasgos que destacó la ministra durante el acto en el que la ex consejera gallega tomó posesión junto a otros altos cargos del ministerio de Sanidad, como la directora del Gabinete, María Teresa Bernedo.

En su intervención, la ministra recalcó su apuesta por la sostenibilidad del sistema en el contexto actual y mostró su convencimiento de que es necesario unir esfuerzos y voluntades de todos para alcanzar consensos que hagan avanzar el sistema sanitario español garantizando los principios de universalidad, equidad en el acceso a una cartera de servicios homogénea en España, y de calidad y excelencia. Sin embargo, obvió en sus palabras dos adjetivos reveladores que, tal y como han destacado numerosos medios de comunicación y agencias, han acompañado a la sanidad tradicionalmente en el discurso político: “pública” y “gratuita”, lo que ha levantado las suspicacias entre los sectores más críticos con el nuevo gobierno.

La ministra cumplirá el mandato constitucional de asegurar una “sanidad universal”

La nueva estructura elimina la Agencia de Calidad del SNS como dirección general

La aparición de Ana Mato en el balcón de Génova junto a Mariano Rajoy en la noche electoral consolidó su presencia en las quinielas de ministrables, pero nada hacía sospechar que su incursión en la gestión política llegaría al terreno de la sanidad. Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología, su cargo más reciente ha sido el de vicesecretaria general de Organización y Electoral del Partido Popular, que ocupaba desde 2008 hasta la actualidad. Mato también ha dirigido las campañas electorales del PP a las elecciones europeas, gallegas y vascas en 2009 y en las municipales y autonómicas de 2011, así como la de las últimas generales. Asimismo, la nueva ministra, ha ocupado un escaño como diputada nacional en dos etapas, de 2008 hasta la actualidad y de 1993 a 2004, y fue eurodiputada popular en el intervalo entre ambas. En la Asamblea de Madrid también ocupó un escaño entre 1991, aunque inició su andadura política en la comunidad de Castilla y León, donde fue subdirectora del Gabinete del presidente de la Junta de Castilla y León de 1987 a 1990.