La comunidad #sherpas20 presentó hace un par de semanas su hoja de ruta dando a conocer el informe “Propuestas para reducir la brecha digital en salud”. El movimiento es un proyecto liderado por Menarini que pretende facilitar a las personas y entidades un modelo de aplicación de iniciativas digitales en salud (eHealth o eSalud) que permita dar respuesta a sus inquietudes y necesidades. En esta línea, comunicadores, profesionales y otros representantes del sector sanitario, trabajan por darle un impulso a las TICs como herramientas de ayuda en la asistencia. Y es que los pacientes juegan un papel fundamental contra el aislamiento digital. Así lo defiende la sardar sherpas de los pacientes, Nuria Zúñiga, que matiza que los esfuerzos deben venir de todos los frentes, ya que desde el punto de vista clínico hay que proporcionar una garantía de que todo lo que se publique en la red con ayuda de las nuevas tecnologías sea fiable. De este modo, la necesidad de encontrar a los pacientes formados en las TICs es una realidad. Si bien existe un desequilibrio en el conocimiento y la aplicación de las TIC lo que genera desigualdad en la gestión sanitaria. Por ello es necesario subrayar los beneficios de la salud digital, de tender puentes, tirar de la cuerda e incorporar a más sherpas.
Recursos
De este modo, los expertos en redes sociales consideran que los recursos principales para reducir la brecha digital es la formación presencial, la web social fiable, los recursos multimedia, las apps móviles y la mensajería instantánea. Además, es consciente de que los avances como la teleconsulta “serían un sueño hecho realidad para los pacientes crónicos, ya que, ahorrarían muchas visitas innecesarias al hospital”.
Con todo, Zúñiga asegura que aunque cada vez existe más concienciación sobre la importancia de las redes sociales, “hace falta todavía convencer a los políticos y a las asociaciones de pacientes de introducir estas herramientas”. A su juicio, la eSalud en España está siendo incipiente y va a distintas velocidades entre comunidades. Lamenta que no es una de las prioridades estratégicas para las administraciones sanitarias.