Las cifras dan que pensar. Apenas un 64 por ciento de los profesionales que han participado en la encuesta que ha servido de base para la elaboración del análisis Adherencia terapéutica : La visión del médico, que acaba de presentar el Observatorio de la Adherencia al Tratamiento (OAT), afirman que realizan un control de manera sistemática del grado de seguimiento del tratamiento de sus pacientes. Frente a este porcentaje, un 18 por ciento reconocen no hacerlo y un 17 no se pronuncia en ninguna de estas dos direcciones.
Es uno de los datos más significativos que se desprende de este documento, elaborado a partir de una encuesta realizada a 1.155 médicos, que han respondido a la batería de preguntas elaborada por el Comité Científico del OAT. La muestra recogida tiene mayor presencia de profesionales del ámbito hospitalario, alrededor del 48 por ciento de los participantes, y una amplia representación de médicos entre los 35 y los 49 años (el 40 por ciento), seguido del grupo de edad entre 50 y 64, que supone el 35 por ciento de los participantes.
Con respecto a los medios empleados para realizar ese seguimiento, el método más habitual es la pregunta directa al paciente. De este modo, el 89 por ciento de los facultativos que sí controlan el cumplimiento terapéutico de sus pacientes utiliza esta vía, frente a un 49 por ciento que preguntan a acompañantes o familiares, un 28,7 que controla la frecuentación de recetas y un 22,7 por ciento que sigue de cerca el número de medicamentos consumidos.
A pesar de estos datos, los autores de este análisis remarcan que la valoración de la adherencia por parte de los agentes de salud debería ser una práctica habitual.
Para Pilar de Lucas, presidenta de la comisión Nacional de Neumología y vocal del Comité Científico del OAT, uno de los motivos esgrimidos es la falta de tiempo. Junto a otra razón, que repasa José Luis Cobos, director general del Instituto de Investigación del Consejo General de Enfermería y también vocal del comité científico, que entiende que los médicos también aluden a la falta de medios, aunque las nuevas tecnologías permiten ahora, por ejemplo, el contaje de recetas y hacen más fácil este seguimiento.
De Lucas insiste en que el colectivo debe ser “autocrítico” con este dato. Un punto en el que coincidieron el resto de los participantes durante la presentación del informe. Carmen Valdés, médico de Familia y vocal del Comité Científico del observatorio, subraya que es “muy preocupante” que buena parte de los profesionales “no lo hagan y que no lo tengan como meta”. “Desde el observatorio tenemos que ser muy insistentes con este tema”, remarca.
Por su parte, la impresión de José Manuel Ribera, presidente del Comité Científico, es que “la situación real es peor de lo que sale en la encuesta”, y es que, de entrada, han contestado los profesionales que tienen algún tipo de sensibilidad ante este asunto. De ahí que considere que estos resultados “sirven como orientación y para invitar a una profunda reflexión” a todo el colectivo.
Información insuficiente
No obstante, según se desprende de este trabajo, los médicos entienden que el factor determinante para la mala adherencia, que según la OMS afecta al 50 por ciento de los tratamientos a largo plazo, es una información insuficiente sobre las ventajas del cumplimiento terapéutico. También consideran importante la falta de atención por parte del paciente, la escasa dedicación y tiempo del médico y el miedo del paciente a los efectos secundarios de la medicación.
Otro dato curioso es que el 89 por ciento de los facultativos consultados aseguran que conocen este concepto. En cualquier caso, resulta llamativo, según insiste José Luis Cobo, ese “11 por ciento restante”. Todo ello, a pesar de que la falta de adherencia a los tratamientos tiene un enorme impacto sanitario, económico y social, y genera costes que, tal y como recuerdan desde el observatorio, suponen solo en nuestro país 11.250 millones de euros anuales al sistema sanitario.