Gastroenterología/ Consultan al médico en el 42% de los casos, elevando el gasto

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Ansiedad, depresión y reflujo gastroesofágico, patologías asociadas
| 2011-06-03T15:36:00+02:00 h |

J. garcía

Baiona (Pontevedra)

Más del diez por ciento de la población española (un 10,4 por ciento) presenta dolor torácico no cardíaco. Además, son pacientes que consultan al médico en el 42 por ciento de los casos, produciendo un elevado gasto sanitario. El porcentaje se reduce al 1,9 por ciento en el caso de dolor torácico cardíaco, tal y como se desprende de un estudio epidemiológico sobre la prevalencia de dolor torácico no cardíaco realizado por el servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Los resultados de este estudio, con una muestra de tres mil personas mayores de 18 años residentes en España, fueron presentados por el jefe del servicio, el profesor Manuel Díaz-Rubio, durante la IV Jornada Aquarius de Formación en Gastroenterología, que reunió la semana pasada en Baiona a alrededor de un centenar de médicos internos residentes de diferentes hospitales universitarios con el fin de ampliar sus conocimientos sobre los avances, las novedades y los últimos estudios en el campo de la Gastroenterología.

Según indicó el también presidente de la Real Academia Nacional de Medicina, “tanta es la alarma que se produce por las características del dolor torácico que la mayoría de los pacientes acude a urgencias pensando que tiene una angina de pecho o un infarto de miocardio”. Ahora bien —continúa Díaz-Rubio—, “hoy sabemos que hasta el 25 por ciento de los diagnósticos de dolor torácico en urgencias son de origen no cardíaco y que 7 de cada 10 del 75 por ciento restante presenta una coronariografía normal si se le realizara. En estos casos, estudios posteriores ponen de manifiesto que estos pacientes presentan como causa de dolor torácico patologías muy diversas, entre ellas fundamentalmente enfermedades esofágicas, ansiedad o enfermedades musculoesqueléticas”.

El estudio realizado en el Clínico evidenció una asociación muy prevalente con ansiedad, depresión y reflujo gastroesofágico, señaló Díaz-Rubio, que concluyó que el dolor torácico no cardíaco se asocia a un importante deterioro de la calidad de vida, tanto física como mental.

Técnicas no invasivas

Durante la jornada, las tecnologías más punteras en la especialidad tuvieron también un papel relevante. Así, María José Devesa, profesor asociado de Medicina del servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos, dijo que la realización de biopsia hepática es hoy en día menos frecuente que hace algunos años, aunque sigue siendo necesaria para el diagnóstico y estadiaje de algunas patologías hepáticas, y también en determinados casos para sentar una indicación terapéutica o establecer el pronóstico de la enfermedad.

No obstante, destacó las técnicas no invasivas que han aparecido en los últimos años. En este sentido, explicó que “la ecografía abdominal con contraste en el estudio de las lesiones focales hepáticas y la elastografía de transición son los grandes avances en el campo de la patología hepática, sin olvidar la aportación de la ecoendoscopia en el diagnóstico de la hipertensión portal”. Además, —añadió Devesa— “se están desarrollando en los últimos años nuevos métodos ecográficos no invasivos para establecer el grado de fibrosis hepática mediante diferentes sistemas como el Acoustic Radiation Force Impulse (ARFI) o el Acoustic Structure Quantification (ASQ), que demuestran resultados esperanzadores en este campo aunque aún es pronto para establecer con fiabilidad su utilidad”.

Sobre el tratamiento de la pancreatitis aguda se posicionó Enrique Domínguez, jefe de Aparato Digestivo del Hospital Clínico de Santiago de Compostela. “La clave está en lo que hagamos las 24 primeras horas, y en este sentido, una adecuada reposición hidroelectrolítica es el tratamiento fundamental y el único que puede modificar la evolución de la enfermedad”, dijo. Y sobre el abordaje de la diarrea aguda, Luis Bujanda, del servicio de Digestivo del Hospital de Donostia, aludió a la reposición de líquidos y electrolitos como clave. “Siempre que se pueda se realizará vía oral”, concluyó el especialista.