J. A. R. Barcelona | viernes, 15 de abril de 2016 h |

El análisis de ADNtc (ADN tumoral circulante) para determinar la presencia de la mutación T790M del EGFR en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) que han progresado tras terapia con un inhibidor de la tirosina quinasa (ITK) del EGFR puede ser una estrategia eficaz. De este modo, se podría predecir la respuesta a osimertinib (Tagrisso, de AstraZeneca), el primer tratamiento para pacientes con cáncer de pulmón no microcítico metastásico y mutación T790M del EGFR. Así lo indican nuevos trabajos presentados durante la 6ª edición del Congreso Europeo de Cáncer de Pulmón.

Estos estudios examinaban si las características demográficas o de la enfermedad influyen en la detección de mutaciones EGFR. Los resultados indican que, cuanto mayor es la severidad de la metástasis, más sensible es este análisis. Asimismo, esta prueba es más fiable en los pacientes menores de 65 años.

Como explicó Marc Denis, profesor de Bioquímica y Biología Molecular del Hospital Universitario de Nantes (Francia), “un test sanguíneo de este tipo permitiría analizar el ADNtc en pacientes a los que no se puede extraer tejido, como aquellos que están muy enfermos”. Denis recordó que “estudios previos señalan que se puede detectar la mutación en el 70 por ciento de los pacientes”. El hecho de que en el 30 por ciento no se detecte no se debe a una cuestión técnica, según este experto. “Seguramente tenga relación con la biología particular de las mutaciones en esos pacientes”, dijo.

Ahora, el siguiente paso es analizar qué ocurriría en el caso de que se realice este test en pacientes que reciben tratamiento con osimertinib. “Es probable que sea útil para detectar rápidamente una recurrencia si se detecta de nuevo la mutación T790M del EGFR en pacientes que hayan mejorado”, señaló Denis.