Madrid/ Los médicos hacen autocrítica y abogan por buscar salidas sin caer en la inercia

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MÓNICA RASPAL Madrid | viernes, 15 de marzo de 2013 h |

Los profesionales madrileños han tenido que dejar a los pacientes durante los últimos meses para embarcarse en movilizaciones, paros, recogidas de firmas y mareas blancas y ponerse a hacer números para presentar propuestas alternativas a la privatización de seis hospitales y 27 centros de salud a una Administración sanitaria que ha respondido con una resistencia “numantina, temeraria e inconsciente”, lo que según el presidente del sindicato médico regional Amyts, Daniel Bernabéu, ha generado tal “desgaste” que muchos profesionales han llegado a lo que Francisco José Sáenz, ex presidente de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG) de Madrid, define como una “dimisión interior” que les impide avanzar.

“Los profesionales necesitamos tiempo para planificar y sobre esa planificación tomar nuestras decisiones”, ha añadido aunque también cree que deben reconocer su parte de culpa por haber puesto la unidad de acción por encima de los matices, abandonando proyectos que podrían suponer mejoras para el sistema.

Durante la 7ª edición del Círculo Sanitario que organiza este sindicato —en esta ocasión en la sede del Colegio de Médicos de Madrid (Iconem)— los asistentes han coincidido en la necesidad de hacer autocrítica y de buscar salidas “despertando” y demostrando con su trabajo que el actual modelo funciona.

También Carlos Lozano, vocal de la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme), cree que las protestas les han conducido a un callejón sin salida y ha abogado por exigir a la consejería los resultados de las nuevas fórmulas de gestión implantadas “sin justificación” desde el año 2008, así como por presentar alternativas similares al plan elaborado recientemente por los jefes de laboratorio para trabajar en red sin necesidad de centralizarlos como pretendía Sanidad —que finalmente ha aceptado la propuesta—, un proyecto en el que han involucrado a todo su personal y han incluido una rendición de cuentas trimestral.

Para Julián Ezquerra, secretario general de Amyts, los facultativos han claudicado de sus obligaciones y han consentido durante mucho tiempo las injerencias en sus competencias profesionales, permitiendo que les organicen las consultas o decidan sobre las técnicas quirúrgicas desde fuera, pero afortunadamente en el momento actual todas las organizaciones se han puesto de acuerdo. Aunque la mayoría de los representantes de los facultativos coinciden en que la unión de la profesión es una supraorganización médica es una “utopía”, Ana Sánchez, vicepresidenta del Iconem —entidad que también ha presentado sus propuestas de ahorro y contra la externalización al consejero autonómico, Javier Fernández-Lasquetty— no lo ve tan imposible pues comparten la mayor parte de los problemas, incluido el “descrédito” social. Además, Sánchez ha incidido en la necesidad de adaptarse a los cambios que se avecinan sin dejarse arrastrar por un cansancio que les lleva a ejercer una “medicina defensiva” y la “inercia diagnóstica”.

Tampoco ayudan, según la vicepresidenta colegial, medidas como la reducción del 20 por ciento del presupuesto que figura en los contratos programa que los médicos están obligados a firmar este año pues “no casa” de ninguna manera con la atención de calidad que necesita cada paciente.

Ante esta situación, Ezquerra aboga por tratar de convencer a los políticos con los argumentos que más les interesan, los económicos, con la ventaja de que son los médicos los que mejor pueden cuantificar los gastos y el margen de ahorro dentro del sistema. “Hay que intentarlo con implicación e implicarse significa trabajar”, afirma.