Cataluña/ Una cumbre con profesionales debatirá las reformas estructurales
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El plan de choque ajustará la actividad de los centros y aumentará la lista de espera
Metges acusa a Salud de “navegar sin brújula” en un mar de “inconcreciones”
E.M.C.
Madrid
No hay fecha a la vista, solo el anuncio del consejero de Salud de Cataluña, Boi Ruiz, de que contará con la opinión de los profesionales sanitarios a través de la organización de una cumbre con representantes de sindicatos, colegios y sociedades científicas para discutir las reformas estructurales necesarias para mantener un modelo catalán que considera “eficiente, de calidad y equitativo”.
Medidas de fondo que se implantarán durante los cuatro años de legislatura y que estarán integradas dentro del controvertido Plan de medidas urgentes para la Sostenibilidad del Sistema Sanitario 2011 presentado la semana pasada por el titular tras darlo a conocer a un centenar de directivos de los centros sanitarios.
Aunque, al menos de palabra, para Ruiz la participación de los agentes del sistema sanitario también será clave para el éxito de las polémicas medidas coyunturales con las que aspira a conseguir un impacto inmediato que permita cumplir con el plan de reequilibrio económico y financiero que establece la reducción del 10 por ciento en los gastos de la Generalitat y hacer frente al déficit de 850 millones de 2010.
Desde Metges de Catalunya, su secretario general, Antoni Gallego, que semanas atrás pidió al consejero una cumbre para facultativos, advierte del riesgo de que la convocatoria pueda ser un simple encuentro, y acusa al departamento de “navegar sin brújula” en un mar de “inconcreciones”. La falta de precisión también la critica desde CC.OO. la secretaria general de la Federación de Sanidad, Carmen Navarro, que asegura que si las medidas se mantienen mucho tiempo, “se cargan el sistema”.
Los médicos, “serenamente cabreados”, según Gallego, están inquietos ante los recortes inmediatos en los servicios sanitarios y asistenciales anunciados por el departamento, que contempla, entre otros puntos, el fin de los programas para reducir las listas de espera. En adelante, según el consejero, se gestionarán exclusivamente en función de la urgencia. Salud no descarta un nuevo decreto para aumentar los tiempos de garantía, fijados en seis meses de espera en 14 intervenciones, aunque aclara que en la práctica, la demora es de cuatro meses. Boi Ruiz admite que habrá un incremento de los tiempos, sin precisar una estimación, mientras otros miembros del Gobierno inciden en que será temporal.
En este apartado, otra de las medidas más abstractas es la que prevé ajustar la actividad de los centros “buscando una mayor resolución mediante la priorización clínica y la mejor organización de los procesos” que incluye, además, la “mejora en el uso responsable de los servicios por parte de los ciudadanos”.
Por otra parte, el departamento rebajará un 2 por ciento el precio que se paga por actuaciones sanitarias con las clínicas concertadas, pese a las críticas del Consorcio de Salud y Social de Cataluña (CSC), que asegura que la reducción es “imposible de asumir” para estos centros, al tiempo que reclama transparencia en los criterios para reducir la actividad y respeto al compromiso de premiar a aquellos que realicen una mejor gestión.
Con esta batería de medidas a corto plazo y las impulsadas en el capítulo de farmacia, Salud espera reducir el gasto entre un 8 y un 11 por ciento. En este otro apartado las medidas, aún sin determinar, también afectarán a los profesionales. No en vano, se plantean medidas de soporte a la prescripción de medicamentos “que incentiven su eficiencia y apliquen criterios de coste-efectividad”, aparte de potenciar el uso de genéricos en el SCS.
Por otra parte, la consejería confirma que actuará sobre las inversiones, priorizando las de reposición, para garantizar el mantenimiento de las infraestructuras existentes. De este modo, el plan no afectará al 40 por ciento de las actuaciones, pero sí aplazará las inversiones no iniciadas, la redacción de proyectos y la contratación de obras y equipamientos.
El programa también recoge otras dos medidas anunciadas por Ruiz en su primera intervención en el Parlamento catalán, la simplificación de la estructura administrativa, que reducirá las estructuras directivas y de los órganos colegiados y potenciará la Administración electrónica, y nuevas exigencias para el Gobierno central, con la anunciada solicitud de financiación para nuevas prestaciones del SNS.
Pocos días antes de la presentación del plan de ajuste del Departamento de Salud, el presidente de Cataluña, Artur Mas, asistía a la primera reunión del recién constituido Consejo Asesor para la Sostenibilidad y el progreso del Sistema Sanitario, dirigido por el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Miquel Vilardell. En el encuentro, al que también acudió el consejero catalán Boi Ruiz, se trazaron las líneas de actuación del órgano que, de entrada analizará las barreras que se pueden imponer para evitar un uso intensivo de los recursos sanitarios, según explicó tras la reunión el presidente catalán. Mas eludió citar ejemplos concretos y descartó el copago.
Los principios de actuación del consejo, apuntó el presidente de Cataluña, pasarán por preservar la calidad de la asistencia a pesar de la situación de las finanzas de la comunidad, por dar confianza y autonomía a los profesionales y reducir la burocracia, y por aportar más eficiencia en el sistema para obtener el máximo rendimiento en un momento de escasez de recursos.