gaceta médica Barcelona | viernes, 17 de abril de 2015 h |

El Grupo de Telómeros y Telomerasa del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha demostrado que alteraciones en el funcionamiento de los telómeros inducen cambios en el hígado que son comunes a enfermedades como la hepatitis y la cirrosis, asociadas a un mayor riesgo de cáncer de hígado.

Los telómeros protegen el material genético de las células evitando así alteraciones en el ADN. A lo largo de la vida, estas estructuras se van desgastando en un proceso determinado tanto por factores genéticos como ambientales, de forma que alteraciones en su estructura o funcionamiento son una de las causas moleculares que subyace a muchas enfermedades asociadas al envejecimiento. Hasta la fecha, su posible papel en la patología hepática como la cirrosis, la hepatitis o el cáncer de hígado era desconocido.

Para estudiar la conexión entre daño hepático y los telómeros, los investigadores generaron un ratón deficiente para la proteína TRF1 en el hígado, desprotegiendo así los telómeros de las células hepáticas y comprometiendo su funcionamiento. TRF1 forma parte del complejo protector de los telómeros shelterina, que protege el material genético.

Cuando los investigadores sometieron estos ratones deficientes en TRF1 a estrés crónico mediante el agente hepatotóxico CCl4 observaron que las células hepáticas, además de contener múltiples núcleos, presentaban también características propias de los pacientes con cirrosis o hepatitis, como son un incremento en los marcadores de p21, ciclina D1 o PCNA. Los expertos señalan que estos estudios identifican una nueva ruta molecular, la de los telómeros, en el origen de enfermedades hepáticas como la cirrosis, la hepatitis o el cáncer de hígado, así como nuevas estrategias terapéuticas con las que prevenirlas.