Meta-análisis/ Lo demuestra un estudio realizado por el Hospital Clínico de Madrid

br

Reducen una cuarta parte la posibilidad de restenosis asociada a los convencionales
| 2010-05-07T18:28:00+02:00 h |

Redacción

Madrid

Aunque de forma empírica muchos cardiólogos intervencionistas venían utilizando los stents farmacoactivos (SFA) en las oclusiones coronarias crónicas, no se disponía de datos sólidos que avalasen su eficacia y seguridad. Pues bien, resultados de un estudio realizado por investigadores del Hospital Clínico de Madrid, demuestra ambas cosas frente a los stents convencionales en el tratamiento de esta patología.

La investigación, liderada por Javier Escaned y Humberto Colmenarez, combina, mediante técnicas meta-analíticas, los resultados de los estudios comparativos entre ambos tipos de stents existentes.

Los SFA han demostrado reducir la restenosis del stent tras su implantación en distintos tipos de estenosis coronarias. Sin embargo, durante los últimos cinco años ha quedado demostrado su uso se asocia a un riesgo de trombosis, un fenómeno asociado a altas tasas de infarto de miocardio y muerte que parece ser propiciada por un recubrimiento incompleto de los SFA por las células endoteliales.

Analizando conjuntamente 14 estudios que incluyeron un total de 4.394 pacientes, los autores de la investigación (publicada por Journal of the American College of Cardiology), concluyen que los SFA no sólo disminuyen la posibilidad de restenosis (una cuarta parte de la observada en los stents convencionales), sino también el de la presentación más temida de la misma: la reoclusión completa del vaso, que se ve reducida a una tercera parte. Su uso resulta seguro, con tasas bajas de muerte e infarto, similares a las documentadas en los otros stents. Globalmente, el SFA en estas lesiones supone, en relación a los convencionales, una reducción de más de la mitad del número de eventos cardiacos adversos mayores.

Aunque se identificó una tendencia estadística hacia una mayor riesgo de trombosis en los pacientes con SFA (1,28 por ciento vs 0,39 en un seguimiento medio de 22 meses), los autores justifican que este hecho es, paradójicamente, explicable por el mayor éxito de los SFA en mantener el vaso abierto a largo plazo.