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Ni la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM), ni la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) ni el sindicato de Enfermería (Satse) se sumarán a la huelga general convocada para este miércoles, 14 de noviembre, por los sindicatos CC.OO y UGT, al entender en el caso de los dos primeros que existe un componente político en este paro del que rehuyen.
Aunque todos creen que hay sobrados motivos de repulsa contra los recortes que están adoptando las administraciones, los representantes de los médicos —uno de los colectivos que más los está “sufriendo”— no consideran que la mejor forma de enfrentar esta situación pase por hacer causa común con otras organizaciones sindicales sino por la unión de los facultativos en su propia defensa.
Tampoco en CSI-F ven apropiada una huelga general cuando se está dilucidando un posible rescate a España pues, en su opinión, sólo serviá para agravar la situación, convirtiendo en “inútiles” los sacrificios que los empleados públicos y todos los trabajadores llevan realizando desde 2010.
Por su parte, Satse, tras meses de movilizaciones, apuesta por nuevas vías de protesta demandado al Ministerio de Sanidad la creación de una Mesa de la Sanidad Pública, en la que Administración central, comunidades, sindicatos y otros agentes pongan las bases necesarias para preservar el sistema público de los vaivenes políticos y económicos, afianzándolo como eje de la protección social de los ciudadanos.