Gaceta Médica Madrid | martes, 01 de abril de 2014 h |

El sector sanitario han mostrado su preocupación por el futuro de la tarjeta profesional europea que facilitaría la movilidad laboral de los trabajadores por todo el continente.

La implantación de la tarjeta, una de las prioridades de la Directiva de Cualificaciones, se encuentra con dos grandes barreras. La primera de ellas radica en el objetivo de la Unión Europea que pretende su puesta en marcha en 2016. “Puede que el resultado final no sea el más adecuado, sino sólo el más rápido de implementar”, ha expresado el Patrick Fortuit, presidente de la Orden de Farmacéuticos Franceses y de EurHeCA (European Health Professionals’ Competent Authorities), durante una reunión en la sede del Consejo General de Enfermería.

La segunda preocupación de los profesionales sanitarios es la llegada de un nuevo comisario de Mercado Único tras las elecciones en julio al Parlamento Europeo.