José A. Rodríguez Barcelona | viernes, 13 de mayo de 2016 h |

La irrupción de las nuevas tecnologías (NN.TT.) es una realidad imparable en el mundo de la medicina. Ésta fue una de las principales ideas expuestas durante la 7ª edición del Health 2.0 Europe 2016, el mayor encuentro europeo en salud digital, organizado por Health 2.0 en Barcelona en colaboración con Mobile World Capital Barcelona, Biocat y la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS).

Como señaló Rafael Grossmann, el primer cirujano en emplear las Google glasses durante una intervención quirúrgica en directo, “hay profesionales que sienten reticencias ante estos cambios, porque creen, por ejemplo, que algunas innovaciones pueden desvirtuar la relación médico-paciente”. Pero Grossmann considera que, “al contrario, por ejemplo, usar las gafas de Google permite interactuar mejor con el paciente, aunque éste esté en otro sitio, porque puedes mirarle continuamente. En cambio, cuando estás en la misma sala, es habitual tener que mirar continuamente al ordenador en lugar de al paciente”. Este experto señaló que se espera que en el año 2019 se realicen en todo el mundo más de 120 millones de teleconsultas. “Algo que permitirá ahorrar mucho dinero, un factor muy importante para los sistemas sanitarios”, añadió.

En opinión de Grossmann, las nuevas tecnologías pueden ayudar mucho a los profesionales, pero, para ello, “hay que tener curiosidad y atreverse a emplear la innovación”. La mayoría de las personas tienen teléfonos inteligentes, tabletas, ordenadores… Por tanto, es una realidad que vivimos en un mundo interconectado y que la tecnología está presente en muchos ámbitos de nuestra vida. En el campo de la medicina, hay muchos aparatos que pueden mejorar la actividad de los profesiones, dijo Grossmann. “Anillos que recogen las constantes vitales de los pacientes y les dicen que están tomando demasiado café y que por eso no duermen, una especie de diadema que analiza señales cerebrales y el latido del corazón, o un fonendoscopio electrónico que me permite enviar los datos del paciente al dispositivo que yo quiera”, comentó.

Proyectos

Durante el citado evento, se presentaron diversos servicios que permiten mejorar el trato que los profesionales brindan a los pacientes. En este sentido, destacó Noona, un servicio de control remoto para pacientes oncológicos. Se trata de un servicio a través del teléfono móvil o cualquier otro dispositivo que permite a los pacientes con cáncer comunicar sus síntomas cuando lo deseen. “Algo muy útil, por ejemplo, para detectar los efectos adversos de la medicación, sin tener que esperar a la siguiente visita programada”, señaló Jani Ahonala, CEO de Noona, la compañía que ha creado este servicio. Aparte de que permite la comunicación entre médicos y pacientes vía mensajes, Noona alerta a los profesionales cuando la situación de un paciente empeora.

Otro servicio que facilita el trabajo de los profesionales es MySphera, un aparato que se pone en la muñeca de los pacientes y permite seguir su trazabilidad desde el momento que ingresan en el hospital. De este modo, avisa al profesional cuando un paciente lleva demasiado tiempo esperando en Urgencias, por ejemplo.