CONGRESO/ La Comisión de Sanidad aprueba la reforma de la Ley, con abstención del PP
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M. Raspal
Madrid
Además de los médicos y los odontólogos, los podólogos —en el ámbito de sus competencias— tendrán capacidad para recetar u ordenar un tratamiento con fármacos sujetos a prescripción, siendo éstos los únicos profesionales con capacidad para ello.
Sin embargo, los enfermeros podrán “indicar, usar y autorizar” todos los productos sanitarios y medicamentos no sujetos a prescripción, mediante la correspondiente orden de dispensación, y también determinados fármacos que necesitan receta médica —que deberá fijar el Gobierno en el plazo de un año—mediante la aplicación de protocolos y guías de práctica clínica y asistencial acordados con las organizaciones colegiales de médicos y enfermeros y validados por la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud. Además, el Ministerio de Sanidad y Política Social fijará los criterios generales, los requisitos específicos y los procedimientos necesarios para la acreditación del colectivo en estas actuaciones.
Así lo determina el texto definitivo aprobado por la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados que propone la modificación de la Ley del Medicamento y que, tras su paso por el Senado —donde, en principio, recibirá el visto bueno antes de fin de año— pondrá fin a la lucha que los enfermeros, representados por el presidente de su Consejo General, Máximo González Jurado, han mantenido para que les reconozcan unas funciones que, según la exposición de motivos de la proposición de ley aprobada, ya están “perfectamente asumidas en la práctica diaria de nuestro sistema sanitario”.
Todos los grupos parlamentarios —salvo el Partido Popular que se abstuvo a última hora, incluso después de haber firmado la modificación— han apoyado una reforma que ha salido adelante gracias al trabajo conjunto mantenido por las organizaciones profesionales y el ministerio para “amplíar, ordenar y garantizar” las competencias de los profesionales sanitarios, evitando situaciones “injustas” y ofreciéndoles “más seguridad jurídica”, factores todos ellos que mejorarán la calidad en la atención al paciente.
Fisioterapeutas, excluidos
La exclusión de los fisioterapeutas en esta proposición de ley es la causa argumentada por el portavoz popular, Mario Mingo, para la abstención de su grupo —tanto éste como el Grupo Mixo les incluían en sus enmiendas—, idea ante la que el Grupo Socialista ha explicado que no encuentra competencias en farmacología dentro de los planes de estudios de estos profesionales, que además atienden a pacientes derivados por un médicos si trabajan dentro del sistema público.
