DENUNCIA/ Las sociedades alertan de una pérdida de calidad por la falta de formación

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REDACCIÓN Madrid | viernes, 27 de abril de 2012 h |

En regiones como Baleares, Canarias, Madrid, Murcia y la Comunidad Valenciana, entre el 30 y el 50 por ciento de los puestos de pediatras en atención primaria no están ocupados por profesionales con esta titulación. Y es que la falta de reconocimiento oficial de esta especialidad como área de capacitación está poniendo “en peligro” la asistencia infantil por la falta de una formación adecuada de los médicos, lo que puede derivar en la “desaparición” de la atención pediátrica actual.

Así lo han denunciado conjuntamente la Asociación Española de Pediatría (AEP), la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (Sepeap) y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap), que han criticado también la saturación de las consultas en el primer nivel, así como la inequidad en el acceso a esta asistencia según el área geográfica y, en consecuencia, la disminución de la calidad. Según ha destacado el presidente de Sepeap, José Luis Bonal, uno de los principales problemas a los que se enfrenta la Pediatría en nuestro país es el déficit de especialistas que además están “mal distribuidos”. Así, de los 9.000 pediatras que ejercen en España, más de 6.000 lo hacen en AP situándose el cupo de niños a atender en los límites recomendables —entre 980 y 1.000— pero con el problema de que más del 50 por ciento de las comunidades sobrepasa este límite y hay pediatras que tienen que ver a más de 1.300 o 1.500 pacientes, mientras que el tiempo medio de consulta se sitúa en 9,4 minutos cuando debería ser de 12,9, en opinión de Bonal.

En la misma línea, la presidenta de Aepap, Begoña Domínguez, ha señalado que son necesarios unos 500 profesionales más “para hacer una pediatría “de calidad” y ha abogado por una definición y un ajuste de la relación paciente-pediatra teniendo en cuenta las pirámides de población, la dispersión geográfica, la morbilidad y las características económicas, culturales y sociales. Por todo ello, el reconocimiento oficial de las especialidades pediátricas y, en concreto, de la de primaria, es para el vicepresidente de la AEP, Fernando Malmierca, la mejor medida para preservar la calidad de una asistencia que es un “referente” internacional.