C.M.L. / E.M.C. / J.R-T. / J.P.R. Madrid | viernes, 01 de julio de 2016 h |

Al igual que el pasado 20 de diciembre, las elecciones del pasado 26 de junio dejan un Parlamento dividido. Los resultados electorales sugieren una vía: la alianza entre el Partido Popular y Ciudadanos y la abstención del PSOE. Antes de sentarse a negociar, los partidos han comenzado a fijar sus posturas, también en sanidad. Cuestiones como la cobertura universal, la prescripción enfermera o la colaboración público-privada formarán parte de un hipotético pacto de Gobierno.

En estos seis meses entre unos comicios y otros, el PP ha salido reforzado al pasar de 123 a 137 diputados. Las demás fuerzas no han cumplido sus expectativas. El PSOE ha evitado el temido sorpasso, pero se ha dejado cinco diputados en el camino. Se mantiene como segunda fuerza con 85 escaños. La fusión de Podemos e Izquierda Unida no ha conseguido los resultados esperados. Tras perder más de un millón de votos, suman idéntico resultado que el pasado 20 de diciembre, cuando Podemos logró 69 parlamentarios e IU dos. Ciudadanos también ha salido damnificado en estas elecciones, tras pasar de 40 a 32 escaños.

En estos últimos comicios la balanza se ha inclinado hacia el bloque conservador. PP y Ciudadanos suman 169 escaños, a siete de la mayoría. El líder del PP y actual presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ya ha expresado su voluntad de dialogar con las formaciones de Pedro Sánchez y Albert Rivera. Su prioridad es el PSOE, pero abriría la puerta a Ciudadanos. El primer paso consistiría en vencer las tensiones entre los tres líderes.

Mientras los barones socialistas sugieren una abstención ante un Gobierno de Rajoy, el discurso de Ferraz es diferente. “No vamos a apoyar a Rajoy para la investidura, ni tampoco nos vamos a abstener”, señaló la semana pasada Antonio Hernando, portavoz del Comité Electoral del PSOE. Rivera reclama cambios, aunque se muestra partidario de una negociación a tres.

Claves en política sanitaria

Dentro de estas negociaciones entrará la reforma sanitaria. Una serie de puntos han generado especial fricción dentro la campaña electoral. Tanto el PSOE como Ciudadanos consideran que el Real Decreto 16/2012 ha provocado la ruptura de la universalidad del sistema. Los socialistas proponen en su programa la derogación de esta normativa para recuperar “el carácter universal de la asistencia sanitaria”.

Ciudadanos realiza el mismo planteamiento, aunque no entra en la abolición de la normativa. El problema radica en que el PP no considera que su reforma sanitaria haya quebrado la universalidad en el Sistema Nacional de Salud (SNS). En su programa saca pecho de la reforma sanitaria aplicada por la ex ministra Ana Mato: “España cuenta con un sistema universal, al que tienen acceso todos los españoles”.

Después de las tensiones surgidas en las negociaciones para formar Gobierno tras el 20-D, los partidos tratan de evitar ahora el uso del término líneas rojas, aunque sí establecen prioridades. El portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso de los Diputados durante la pasada legislatura, Jesús María Fernández, destaca tres: “Suficiencia financiera, derecho a la sanidad para todos y eliminación de copagos”.

Su homólogo en Ciudadanos, Francisco Igea, coincide en la cuestión económica y selecciona entre sus preferencias “la profesionalización de la gestión, el diseño de un portal de trasparencia y avanzar en un nuevo sistema de financiación autonómica”.

La prioridad del PP pasa por lograr un Pacto por la Sanidad, un objetivo que quedó a medias la pasada legislatura después de la firma de un acuerdo con los profesionales sanitarios. Aquel primer entendimiento saltó por los aires tras la aprobación del real decreto de indicación enfermera. “Alcanzar un Pacto de Estado sería deseable para conseguir la estabilidad en el SNS, pero lo importante no es tanto alcanzar un pacto como conseguir los objetivos que dicho pacto perseguiría, aunque sea parcialmente”, admite el último portavoz adjunto de Sanidad de los populares en el Congreso, Rubén Moreno. Estos acuerdos específicos se centrarían en “salud pública, cartera de servicios, ordenación profesional y prestación farmacéutica, entre otras”.

Precisamente, la prescripción enfermera deberá ser abordada por los negociadores. PSOE y Ciudadanos señalan en sus programas la necesidad de aprobar un nuevo real decreto. La presidenta de la Subcomisión de Enfermería de la Comisión Nacional de Sanidad del PP, Elvira Velasco, dejó abierta la posibilidad de una modificación legislativa en un encuentro con el Consejo General de Enfermería (CGE), el sindicato Satse y otras formaciones políticas. (ver GM nº605).

Otras cuestiones como la regulación de la colaboración público-privada, el aumento del gasto sanitario hasta el siete por ciento del PIB, la tarjeta sanitaria para inmigrantes irregulares o la dotación presupuestaria del Fondo de Cohesión como propone el PSOE en su programa darán lugar a un debate que hasta ahora socialistas y populares no han sabido encauzar. Estas cuestiones alejarían la consecución del pacto al que se ha comprometido el PP.

Incluso los sindicatos se muestran escépticos. “Mirando los programas se ve que hay posiciones que están muy alejadas”, alega Antonio Cabrera, secretario general de la Federación de Sanidad de CC.OO. Comparte su opinión Fernando Molina, secretario general del Sector de Sanidad de CSI-F, quien considera que será “muy difícil, mientras la sanidad siga utilizándose como moneda de cambio para hacerse reproches”.

Nuevas y viejas caras

Las elecciones del 26J han provocado cambios en los diputados procedentes del sector sanitario. El antiguo portavoz del PP en el Senado del PP, Jesús Aguirre, regresa a la Cámara Alta después de no haber sido elegido el 20D. Se encontrará con José Martínez Olmos, que repite en el Senado. Habrá más cambios en el PP. José María Eiros, que fue portavoz sanitario de los populares, decidió no presentarse por segunda vez. En su lugar, entró Ignacio Tremiño, que había ejercido como director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del ministerio de Sanidad. PSOE, Ciudadanos y Podemos mantendrán a sus líderes sanitarios. Fernández, por parte del PSOE; Igea, por Ciudadanos, y Marta Sibina y Amparo Botejara, por Podemos.

PSOE y Ciudadanos coinciden en la necesidad de modificar el sistema de financiación para sanidad

Los sindicatos se muestran escépticos ante un posible pacto sanitario durante
la próxima legislatura

Carlos Macaya, presidente de la Fed. Sociedades Científico Médicas

Desde las sociedades científicas, su presidente pide acabar con los recortes en materia sanitaria durante los próximos años. Además, el nuevo Gobierno debería poner el foco en “realizar una labor de cohesión entre las comunidades autónomas”, tal y como marca la Ley General de Sanidad.

Máximo González Jurado,
pte. Consejo General de Enfermería

“Es necesario recuperar el espíritu de diálogo que hizo posible la transición en España”. Desde el CGE piden al PP que renueve a la mayoría de sus portavoces sanitarios que “se han quedado obsoletos”. Abanderan la modificación de la prescripción enfermera.

Francisco Miralles, portavoz
del Foro de la Profesión Médica

“El empleo es más precario y es urgente poner solución”. En estos años se han perdido puestos de trabajo que hay que recuperar, además de convertir en estables las plazas que están ocupadas de forma interina. El RD de gestión clínica también debe marcar la ruta.

Tomás Toranzo, pte. Confederación Estatal de Sindicatos Médicos

El sindicato médico pide consenso para alcanzar un pacto por la sanidad, “sin tintes partidistas”. Toranzo cree que es necesario “recuperar los recortes de la época de Zapatero y descongelar las medidas de la legislatura de Rajoy”. La financiación finalista es otra prioridad.

Victor Aznar, presidente
del sindicato Satse

“Ha llegado el momento de los hechos y no de las promesas”. Satse pide al Gobierno que priorice la sanidad en su acción política y trabaje conjuntamente con las CC.AA. para mejorar la financiación; rentabilizar los recursos; orientar el modelo sanitario al paciente; y mejorar las condiciones profesionales de las enfermeras.

Antonio Cabrera, secretario general
de la Fed. de Sanidad de CC.OO.

El sindicato propone 16 medidas, cuatro primordiales. La derogación de la ley 15/97 que permite la privatización de hospitales, financiación finalista y suficiente, recuperar el empleo perdido en estos años y una apuesta real por la atención primaria.

Fernando Molina, secretario general
del Sector Sanidad de CSI-F

En su agenda deben primar la sanidad pública, gratuita y de calidad; gestión profesional; presupuestos finalistas “que se cumplan”; adaptar las plantillas a las necesidades; el fin de la precariedad, y la vuelta a la negociación con los representantes legales.

Gracia Álvarez, sec. de Salud, Serv. Sanitarios y Dependencia de UGT

Es necesario “recuperar el diálogo fluido, abierto y constructivo” con los sindicatos para alcanzar acuerdos que miren por los trabajadores del sector. Subraya que “su papel es fundamental para prestar un servicio de calidad en ámbitos como salud y dependencia”.