| martes, 09 de abril de 2013 h |

Investigadores del ‘Fox Chase Cancer Center’, en Filadelfia, Estados Unidos, han descubierto que los ácidos grasos omega-3 y sus metabolitos retardan o detienen la proliferación o el crecimiento del número de células de cáncer de mama triple negativo de forma más eficaz que en células del tipo luminal de la enfermedad.

Así, aunque los omega-3 trabajan contra todo tipo de tumores, en líneas celulares de cáncer de mama triple negativo la reducción de la proliferación fue del 90 por ciento, según los resultados del estudio, recién presentados en la reunión anual de la Asociación Americana para la Investigación contra el Cáncer (AACR, en sus siglas en inglés).

Además, los metabolitos de ácidos grasos omega-3 redujeron la motilidad entre un 20 y un 60 por ciento en las líneas celulares triple negativas basales.

Los ácidos grasos omega-3 se encuentran en los pescados grasos como las sardinas y el salmón, además de en los aceites derivados de plantas como el cáñamo y el lino. Estudios previos sugieren que estos compuestos pueden afectar negativamente a los mecanismos críticos en las células cancerosas, es decir, los responsables de la proliferación y la apoptosis, o muerte celular programada.

El autor principal del estudio, Thomas J. Pogash, técnico científico en el laboratorio de José Russo en el ‘Fox Chase Cancer Center’, dice que el nuevo trabajo pone de relieve el importante papel de los compuestos comunes que se encuentran en los alimentos pueden desempeñar en el control del cáncer.

“La dieta puede jugar un papel crucial en la prevención del cáncer de mama”, dice Pogash. “Cuando se compara la dieta occidental a la dieta mediterránea, que tiene más omega-3, se ve menos cáncer en la segunda porque en ella se come mucho más pescado”, resalta.