Un programa de formación específica y continuada a los especialistas europeos de medicina familiar y comunitaria (MFyC) es esencial para prestar una adecuada atención al paciente, así como para formar correctamente a los futuros especialistas, lo que revierte en que se mantenga la calidad de cara al futuro. Estos son los objetivos que persigue el proyecto ‘Leonardo da Vinci Programme: Framework for Continuing Educational Developmen to Trainers in General Practice in Europe’.
La Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic) promovió un encuentro en Barcelona liderado por la Academia Europea de Profesores de Medicina General (Euract, en sus siglas en inglés) basado en un modelo de competencias para formadores en medicina de familia que tienen una motivación importante dentro de la especialidad. Los cursos tienen tres niveles, para formadores principiantes, competentes y expertos. Los dos primeros han sido ya llevados a cabo, mientras que para el tercero no está todavía fijada la fecha.
En cuanto al contenido concreto, se abordan en primer lugar el liderazgo y la facilitación de grupos reducidos. Pedro Pablo Jiménez, profesor invitado del MIM de la Universidade do Algarve, explicó a GM que fomentar el trabajo en equipo para obtener objetivos comunes, así como analizar las ventajas e inconvenientes de contar con grupos pequeños de médicos internos residentes y aprender a identificar y resolver los conflictos que surgen dentro del propio grupo es esencial para los médicos de familia a la hora, no solo de dirigir un equipo, sino también para saber intervenir en éste de forma participativa y positiva.
Casos problemáticos
Tratar con alumnos o residentes problemáticos es una de las preocupaciones principales de los tutores que, en ocasiones, no saben cómo enfrentarse a esta dificultad. En este sentido, María Mora, orientadora del Immfg, aseguró que todos los médicos de familia dedicados a la formación de residentes comparten “los mismos miedos, las mismas incertidumbres y las mismas inquietudes”, independientemente del país o región en la que trabajen, por lo que encontrar herramientas para solucionar estas dificultades puede mejorar estos temores.
En otro orden de cosas, Ana María Rodríguez del Rey, profesora invitada del MIM de la Universidade do Algarve y miembro de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), destacó que las consultas de atención primaria son “un marco inmejorable” para la formación de los futuros especialistas en MFyC, pues se trata de un entorno cercano al paciente y al resto de profesionales que trabajan en AP. Y es que, a su juicio, los especialista en MFyC son “los más preparados” y con más vocación para la docencia, por lo que suelen tener interés en potenciar sus habilidades como tutores.
Apuntaron también a que un formador puede transformar los resultados del aprendizaje derivado de currículos formativos. Además, Luis Filipe Gomes, miembro fundador de la ADSO, señaló que, según su experiencia en estos cursos, los profesionales españoles son de los que tienen más conocimientos como tutores MIR de Europa.
Finalmente, los expertos que trabajaron en este encuentro coincidieron en señalar que el objetivo fundamental de los cursos de la Euract es dotar a los tutores del primer nivel asistencial de instrumentos y capacidades aplicables a su práctica diaria en su labor como formadores de futuros médicos de familia.
El tutor no solo debe dirigir, sino además intervenir en el grupo de los residentes de forma participativa y positiva
La formación continua
del médico es esencial
para que la atención al paciente sea la mejor posible