br
Los cambios estructurales que necesita el Sistema Nacional de Salud (SNS) y que los profesionales vienen planteando desde hace tiempo —un Consejo Interterritorial con carácter vinculante, presupuestos finalistas, políticas de recursos humanos, etc.— no se están llevando a cabo ni en las comunidades autónomas ni a nivel nacional como prometió el actual Gobierno antes de las elecciones generales del 20-N, mientras que sí se están produciendo nuevos recortes “indiscriminados y malintencionados”.
De esta forma, se ha cumplido el aviso lanzado antes de los comicios por el secretario general del sindicato médico CESM, Patricio Martínez, que ya advirtió entonces de que los facultativos se movilizarían en caso de que se adoptaran más medidas “injustas” que perjudican no sólo sus condiciones laborales y personales sino la calidad de la asistencia.
Por ello, Martínez ha anunciado su intención de comenzar a coordinar las medidas de presión que los médicos ya están adoptando en las distintas regiones y a denunciar —si es necesario por la vía judicial— a la clase política y los gestores económicos que son, en su opinión, los “responsables” de la situación crítica en la que se encuentra el SNS por haber hecho un mal uso de los recursos y haber utilizado al sector con fines partidistas y sin transparencia, ya que desconocen la deuda real del sistema y las intenciones del actual Ejecutivo. “¿Quizá su objetivo es desestructurar el sistema y venderlo por partes como en Cataluña”, se pregunta.
Aunque por el momento descartan la huelga —pues sólo perjudicaría su relación con el paciente— sí secundarán los paros autonómicos que hay convocados y no dejarán de considerarla en caso de que la situación siga empeorando.
