C.M.L. Madrid | viernes, 03 de junio de 2016 h |

Los profesionales médicos creen que ha llegado el momento de poner fin al “desgobierno” actual de la sanidad pública, dado que el órgano que en teoría debería hacer posible su armonización (Consejo Interterritorial) se ha demostrado incapaz de poner de acuerdo a todas las comunidades autónomas en aspectos como política de personal o la cartera de servicios que se ofrece a los ciudadanos. Esta fue una de las conclusiones principales del Congreso Nacional de CESM. Para su secretario general, Francisco Miralles, las desigualdades entre comunidades autónomas en materia presupuestaria no son entendibles. “Hay comunidades con un presupuesto anual per cápita de 1.600 euros, mientras que otras autonomías no llegan a los 1.000 euros”, indicó el recién elegido secretario general del sindicato.

En este sentido, CESM insiste en reorganizar la financiación del sistema para paliar la insuficiencia presupuestaria y la escasez de recursos humanos y técnicos que actualmente se dan en el SNS.

Los médicos denuncian que los políticos siguen siendo incapaces de llegar un Pacto de Estado en sanidad pese a que existe un amplio consenso en la sociedad, y también entre los propios partidos, sobre el rumbo a seguir. A su juicio,los objetivos de este pacto deben pasar por una sanidad pública con “presupuestos suficientes”; un modelo de financiación de acuerdo con los principios de cohesión territorial, igualdad y equidad en el acceso a las prestaciones; y un órgano auténtico de gobierno que vertebre a los 17 servicios autonómicos de salud. En este aspecto, vuelven a demandar un Consejo Interterritorial que sea vinculante.

Los profesionales consideran que es imprescindible mejorar la eficiencia del SNS mediante un plan de reformas que contemple la reducción al mínimo de la burocracia, la coordinación entre los niveles de atención primaria y especializada, y la adecuada planificación de los recursos humanos y técnicos.

Entre las demandas además se encuentra definir una cartera común de prestaciones, y una tarjeta sanitaria común interoperable en todo el SNS de manera que se pueda garantizar la libre movilidad de pacientes y profesionales.

La OMC se suma

Por su parte, el presidente de la Organización Médica Colegial, Juan José Rodríguez Sendín, ahondó en la deriva en la que ha entrado el SNS, y recordó que hace 31 años el gasto en personal representaba el 57 por ciento del total y el de farmacia se situaba en el 16 por ciento, y que desde entonces ambos porcentajes han experimentado una evolución inversa hasta situarse en 2015 en el 42 por ciento (gasto en potencial humano) y el 35 por ciento (adquisición de medicamentos). “Este decalage no se da en ningún otro país”, añadió, dando a entender que el SNS español no está bien gestionado. Para hacer frente a esta situación, el presidente de la OMC planteó la necesidad de que “todos los médicos participemos en lo que es de todos, esto es, en organizaciones que integren nuestras tres facetas: la científica, la ética y la profesional”. Con esto aludía expresamente al Foro de la Profesión Médica, en la que están inmersos en cuestiones como la gestión clínica, la precariedad laboral, o el pacto por la sanidad. Por cierto que de momento los acuerdos del Foro siguen paralizados y sin ningún avance, a la espera de nuevo Gobierno.

Una junta directiva continuista

El encuentro de la organización sirvió para reafirmar a Miralles como secretario general del sindicato. Durante los próximos cuatro años le acompañarán Tomás Toranzo como presidente, Ángel Tocino,vicepresidente, Gabriel del Pozo vicesecretario general, y Lorenzo Arracó, secretario de Finanzas y Servicios.

Para el presidente de honor de CESM, Patricio Martínez ha llegado la hora de buscar la complicidad con los enfermos y defender el protagonismo del acto médico en el binomio inseparable de médico-paciente en el cual el médico aporta su conocimiento y el enfermo deposita en el médico y la medicina “su confianza, los auténticos protagonistas del acto médico”.

En este sentido, la organización lleva tiempo trabajando para que estar relación médico-paciente sea declarada Bien Inmaterial de la Humanidad. Pero el primer paso lo tiene que dar el Gobierno proponiéndoselo a la Unesco.

Aunque la tarea no es por tanto sencilla, Martínez ya parece tener el sí mayoritario de los médicos.

En esta misma línea, Serafín Romero, vicepresidente de la OMC, también ha dejado claro que “la relación médico-paciente es un bien intangible y también algo que sobrepasa las fronteras”.

El objetivo de esta iniciativa es preservar esta relación, ya que a juicio del responsable de CESM los avances de los últimos años, incluidos los tecnológicos están modificando el vínculo entre paciente y profesional.