REcortes/ Los facultativos han reclamado la movilización en las asambleas
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El presidente de CESM-Murcia critica el estancamiento de las negociaciones
La universidad abandona un Foro de la Profesión Regional todavía embrionario
E.M.C.
Madrid
Las buenas palabras del presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, que hace unas semanas mostraba al colectivo médico su interés por “suavizar” las consecuencias sobre los trabajadores públicos de la Ley de Medidas Extraordinarias (ver GM nº 363) se han quedado sólo en eso. Ante la parálisis de las negociaciones que mantenía el sindicato médico de Murcia con la Consejería de Sanidad, CESM, que hasta ahora no ha apoyado las movilizaciones convocadas por el resto de sindicatos, ha decidido poner fecha a la próxima huelga del colectivo. El 22 de febrero los 3.900 facultativos del Servicio Murciano de Salud están llamados a un paro de 24 horas.
El presidente de CESM-Murcia, Francisco Miralles, que hasta ahora mostraba una cierta confianza en que el Gobierno regional diera marcha atrás en alguna de las medidas más perjudiciales para el colectivo, ve difícil que las negociaciones lleguen a buen puerto, aunque matiza que la movilización es, principalmente, una medida de presión que los médicos han reclamado en las múltiples asambleas celebradas hasta la fecha.
La convocatoria de los paros se produce poco después de que la Universidad de Murcia haya anunciado su salida del Foro de la Profesión Médica de Murcia, entidad que, por otra parte, no estaba todavía legalmente constituida. Al parecer, la Junta de la facultad rechazó el borrador de los estatutos por el blindaje a la representación de otros sindicatos. El desacuerdo con la estrategia frente al ‘tijeretazo’, con demasiado protagonismo de CESM, en opinión de la universidad, ha sido otra de las razones esbozadas.