BOLONIA

br

| domingo, 11 de octubre de 2009 h |

m.r.

Madrid

Las afirmaciones del ministro de Educación, Ángel Gabilondo, durante la presentación de los presupuestos de su departamento no han venido sino a encender los ánimos de los médicos que se manifestarán el 23 de octubre para protestar por una adaptación de sus estudios al Plan Europeo de Bolonia que consideran “injusta”.

“Para tener un posgrado no es suficiente con cursar un grado de muchos créditos. Comprendo que Medicina y Arquitectura pidan el mismo trato que Ingeniería, pero la situación no es la misma”, ha señalado Gabilondo, dejando ver su intención de no dar marcha atrás en sus planes iniciales respecto a los estudios médicos.

De “poco prudentes” ha tachado el secretario general del sindicato médico CESM y portavoz del Foro de la Profesión Médica, Patricio Martínez, estas declaraciones, aunque se muestra esperanzado en que la manifestación del 23 de octubre sirva al menos para abrir el diálogo ya que se trata de un problema de “justicia” que, en su opinión, no se puede obviar y que más tarde o más temprano Educación tendrá que resolver. “El biscúter, aquel cochecillo de los sesenta, sí que no tenía marcha atrás. Lo demás lo iremos cambiando”, ironiza.

Negociación laboral

Por otra parte, en cuanto a la petición que los sindicatos de clase, UGT y CC.OO. han elevado a la Administración central reclamando la creación de una mesa sectorial estatal que aborde los temas laborales de los sanitarios, el secretario general de CESM recuerda que ya en la última convocatoria del Foro Marco para el Diálogo Social hicieron su petición, al amparo de uno de los artículos del Estatuto Marco, de crear un ámbito de negociación laboral, un aspecto aún sin desarrollar.

Independientemente de esto, Martínez también recuerda el recurso contencioso administrativo que han presentado junto con el sindicato de enfermería Satse para pedir al Ministerio de Sanidad que convoque esta mesa de negociación donde se debatan todos los problemas básicos y de interrelación con las comunidades autónomas, lo que no quita para que el sindicato continúe con su lucha por un ámbito negociador propio del colectivo, su auténtico reto.