extremadura/ Los facultativos defienden la e-receta como medida de desburocratización y piden correcciones

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El SES baraja suprimir temporalmente la e-receta en algunas zonas ante el incremento en el gasto farmacéutico

Los farmacéuticos dicen no ser responsables del aumento del gasto y proponen una tarjeta sanitaria con un chip

| 2010-05-21T17:52:00+02:00 h |

j.G.

Madrid

La implantación de la receta electrónica en las comunidades autónomas que así lo han hecho se traduce en los primeros meses en un aumento de su gasto farmacéutico. Sin embargo, según el director gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES), Ceciliano Franco, el crecimiento en esta comunidad supera el de la media nacional —359 millones de euros, 29 más que el año anterior—, algo que ha provocado que el SES se haya planteado adoptar medidas, como su retirada temporal en algunas zonas. Tanto la Administración regional como los médicos apuntan a los farmacéuticos extremeños como los responsables de este aumento.

“La receta electrónica es un gran avance tanto para el médico como para el paciente. El problema radica, por una parte, en que no se ha hecho una buena elección de los pacientes, ya que el anciano suele ser un paciente dependiente, que no controla bien el tratamiento, y por otra parte, en que ha había abuso por parte de algún colectivo que no son ni los médicos ni los pacientes”, señala a GM José Polo García, presidente de Semergen-Extremadura. Con to-do, Polo insiste en que la receta electrónica es “una herramienta que habrá que perfeccionar, ya que es una medida que consigue desburocratizar”.

El presidente de Semergen-Extremadura no ve posibles errores en la prescripción de los médicos, “más bien se trata de un problema de que los tratamientos son difícilmente ajustables a las pautas informáticas. Pasa con la digoxina, por ejemplo, que no se toma todos los días y hay un periodo de descanso, o con los medios comprimidos. Ahí es más difícil calcular la dosis y eso es lo que hay que ir solucionando”.

Por su parte, la Sociedad Extremeña de Médicos Generales y de Familia (SEMG-Extremadura) también alude a que la e-receta ha desburocratizado las consultas, liberando tiempo para la atención a los pacientes que realmente lo necesitan, sin menoscabo de la atención a los crónicos. Ahora bien, la experiencia extremeña ha hecho que “el diseño de la receta electrónica no pudiera controlar efectos colaterales no deseados, entre ellos, el acúmulo de envases de medicamentos cuya pauta el paciente no cumple. SEMG-Extremadura defiende la e-receta, pero considera que ello no es óbice para someterla a las correcciones oportunas. Así, propone no incluir en la e-receta medicamentos que no sean de riguroso uso diario en los que la información en las farmacias facilite el cumplimiento de la prescripción. En cambio, en su opinión, deberían retirarse todos aquellos que no cumplan este requisito, dejando a criterio del médico el número de recetas que tiene que hacer en cada caso.

Los farmacéuticos responden

Los farmacéuticos, por su parte, no ven con buenos ojos que se les acuse de ser responsables del aumento del gasto. El presidente del Consejo extremeño de Colegios de Farmacéuticos, Cecilio Venegas, puso el dedo en la llaga a la hora de analizar los motivos del aumento. “Los farmacéuticos sólo dispensamos lo que prescribe el médico, es muy fácil dar un clic y recetar a un paciente medicación para seis meses, es ahí donde está el problema no en los farmacéuticos”, dijo. Pedro Claros, vicepresidente de los farmacéuticos extremeños, indicó que la farmacia era un elemento “neutro”, ya que antes de la dispensación hay una prescripción. Asimismo, añadió que las boticas que aumentaron sus ingresos (en algunos casos hasta el doble) están ubicadas en los grandes centros urbanos. “Allí la accesibilidad al médico es complicada, y la e-receta facilitó la situación al usuario”, dijo.

Por otro lado, Claros reconoció que en la puesta en marcha de la receta electrónica ha habido “fallos clamorosos”, aunque matizó que pese a ellos “el sistema no permite que un farmacéutico dispense la medicación de un año en una sola dispensación”. Unos fallos para los que el Consejo propuso distintas soluciones. Entre ellas, implantar una tarjeta sanitaria con un chip para tratar de controlar la prescripción y dispensación.

El farmacéutico debe conocer el historial farmacoterapéutico y clínico del paciente.

La e-receta debe eliminar burocracia, permitir la libre elección y promover el uso racional.

Debe autentificar al boticario que dispensa, posibilitar el intercambio terapéutico y registrar dispensaciones de fármacos excluidos no financiados.

Las aplicaciones que soportan la e-receta deben posibilitar la comunicación directa con el prescriptor, el resto de profesionales sanitarios y con el paciente.

Debería llevar parejo un plan de contingencia en caso de fallo de la Red, suministro eléctrico, software y hardware.

Los sistemas de e-receta deben permitir registrar todas las intervenciones farmacéuticas.

Los sistemas que recopilan o gestionan datos sobre actividades de prescripción y dispensación de medicamentos deberían garantizar la confidencialidad y la protección de los datos.

La e-receta debe permitir disminuir errores de dispensación y prevenir, detectar y solucionar problemas relacionados con medicamentos y resultados negativos asociados a la medicación.

La dispensación ha de ser de calidad en igualdad de condiciones en cualquier farmacia.

Debe ser una herramienta para realizar actividades de educación y promoción de la salud.