Geriatría/ 7ª Congreso de la Sociedad Europea de Medicina Geriátrica (EUGMS)

br

Los geriatras negocian con la EMA un comité para uso de fármacos en ancianos

Consideran paradójico que se les discrimine cuando son los más medicados

| 2011-09-30T16:08:00+02:00 h |

Redacción

Barcelona

Los especialistas en Geriatría consideran una paradoja que los ancianos, principales consumidores de fármacos, queden excluidos en la mayoría de los ensayos clínicos. “Aunque entendemos que supone una mayor dificultad técnica, pedimos que, cada vez más, se incluyan en los estudios a pacientes reales, a pacientes mayores, y no que se haga cribado ni por edad ni por la complejidad de los pacientes”, expresó José Manuel Marín Carmona, presidente de la Sociedad Andaluza de Geriatría, en el marco del 7º Congreso de la Sociedad Europea de esta especialidad, celebrado en Málaga al mismo tiempo que el 53º Congreso Nacional.

De esta forma, Marín incidió en que se evitaría llegar a conclusiones “que lleven a engaño” o “encontrar efectos secundarios en estas personas mayores en los que los nuevos fármacos no han sido probados”.

Para intentar solucionar esta situación, la SEGG está en contacto con la Agencia Europea de Medicamentos con el fin de crear un comité para el uso de fármacos en ancianos.

Alteraciones cutáneas

Por otro lado, se presentó un trabajo de la Unidad de Geriatría del CC.SS. de Miraflores de Sevilla, que confirma que los ancianos polimedicados, con inmovilidad y deterioro cognitivo son más propensos a sufrir alteraciones cutáneas.

Los autores realizaron un estudio observacional, descriptivo y transversal, con una población de 112 ancianos ingresados en centros sociosanitarios de Sevilla, durante seis meses. Como variables manejaron el sexo, la edad, patologías asociadas, estado nutricional, yatrogenia, riesgo úlcera por presión, deterioro cognitivo, inmovilidad y control de esfínteres. El 71 por ciento presenta deterioro cognitivo, el 58,9 son polimedicados y un 3,6 por ciento permanecen encamados las 24 horas, un 42,9 por ciento precisa de silla de ruedas, un 67 por ciento sufre incontinencia doble y un 49 por ciento presenta riesgo de padecer ulceras por presión.