PREMIOS/ Los investigadores valoran el soporte de las compañías pero todavía relacionan la excelencia y la creatividad con las ayudas públicas

br

La imagen exterior de la investigación española gana enteros gracias a los estudios posdoctorales desarrollados en centros extranjeros
| 2010-06-11T17:06:00+02:00 h |

Rocío Bueno

Madrid

En tiempos de ajuste económico, la búsqueda de recursos en investigación se centra cada vez más en el sector privado. Los protagonistas de esta complicada carrera de obstáculos insisten, sin embargo, en la importancia de las ayudas estatales. “La financiación privada puede ser muy productiva, pero ésta no es una alternativa completa a la financiación estatal, ya que sin ella la investigación más creativa y arriesgada —la de los centros académicos— se minimizaría de manera importante”, afirma Olga García, investigadora de la Universidad de Münster.

Doctora en Química por la Universidad Autónoma de Madrid, esta española se afincó en Alemania para desarrollar su trabajo de habilitación. “Para que decidiera volver tras esta etapa, requeriría encontrar una posibilidad de financiación y espacio similar”, asegura García. En una situación parecida está Cristina Nevado, doctora en Química por la misma universidad madrileña. Tras un posdoctorado en Alemania, obtuvo una plaza como profesora adjunta en Suiza. “Todas mis energías se concentran en desarrollar nuestros proyectos en Zúrich, por lo que la idea de volver aún no se me ha planteado”, afirma.

Nevado también valora las aportaciones privadas, aunque lo hace con reservas. “Puede ser una buena alternativa cuando los proyectos son científicamente interesantes. Si no es el caso, los investigadores corremos el riesgo de convertirnos en cheap outsourcing companies para la industria (compañías subcontratadas para reducir costes)”.

Ninguna de estas dos investigadoras recibe ayudas del Gobierno español, que dedica a I+D+i un 1,35 por ciento del PIB frente al 1,8 por ciento de media de los países europeos. La investigación no juega, por lo tanto, un papel precisamente protagonista en nuestro país. Sin embargo, ambas profesionales coinciden en señalar que la imagen de los investigadores españoles fuera de nuestras fronteras es cada vez mejor. “Los estudiantes de doctorado y sobre todo los postdocs españoles están considerados como altamente cualificados en cualquier lugar de Europa”, asegura Nevado, que destaca la formación y la dedicación como las grandes bazas de la investigación nacional. Por su parte, Olga García mantiene que esta reputación ha mejorado extraordinariamente en los últimos años, “siendo los postdocs los que mejor propaganda hacen de nuestro país”.

Este potencial revela que el esfuerzo estatal merece la pena, aunque la realidad no contribuye al optimismo. “No hay mucha oferta de trabajo para el gran número de investigadores que el país genera”, destaca García, que apuesta por el impulso de programas de reincorporación efectivos. “No se puede esperar que todo el mundo vuelva bajo cualquier condición: hay que hacer la vuelta atractiva”, afirma. Por su parte, Nevado asegura que la principal dificultad estriba en “conseguir independencia para desarrollar tus propias ideas”, aunque señala a su vez que estas trabas son comunes a las del resto de países. Y puntualiza: “No hay fuga de cerebros. Los que nos hemos ‘fugado’ es porque preferimos algo más de inestabilidad a costa de ser independientes”.

VIII Premios Investigación

Cristina Nevado y Olga García son un ejemplo de colaboración eficaz entre la industria y los investigadores: ambas resultaron ganadoras del Premio de Investigación para estudiantes de doctorado organizado por la compañía Lilly en las ediciones de 2003 y 2004. Estas dos doctoras contaron, así, en dichos años con una ayuda económica de 1.500 euros como recompensa por su labor investigadora. Se trata de un premio otorgado por el Comité Europeo para las Relaciones Académicas de Lilly (EUAC), que acaba de abrir la convocatoria para la octava edición del galardón.

Esta ayuda se dirige a estudiantes de doctorado en las áreas de química orgánica, farmacéutica y analítica. Hasta el próximo 15 de julio, los aspirantes podrán enviar sus currículos siguiendo las bases que se encuentran en la página web de la compañía estadounidense (www.lilly.es). El jurado, formado por el Comité Científico de Lilly, dará a conocer a los premiados el próximo 24 de septiembre durante la ceremonia de entrega que tendrá lugar en la sede de la empresa en Alcobendas. Los tres premiados recibirán 1.500 euros, mientras que del resto de candidaturas recibidas se seleccionarán siete pósters que se expondrán durante el acto de entrega de los premios.