| viernes, 15 de octubre de 2010 h |

Dr. Bartolomé Beltrán, director de Prevención y Servicios Médicos del Grupo Antena3

Llega el XVII Congreso Nacional de Derecho Sanitario con el mismo fragor que cumple años y lo celebra su muñidor Ricardo De Lorenzo y Montero, ese amigo del alma que supo coger el testigo de su padre y ha sabido culminarlo por todo lo alto hasta el punto de endosar la precisa cultura educativa y progresión en la profesión a su hija Ofelia de Lorenzo y Aparici. Se acompaña bien don Ricardo con Abarca Cidón, Fernández de Sevilla, Sánchez Pierro, Cantero Rivas, Atela Bilbao y De Torres, en el evento que tiene un programa que bascula entre el pacto sanitario, las novedades jurisprudenciales, la piel por lo de los daños estéticos, las mutualidades de funcionarios, la troncalidad y yo que sé cuantas cuestiones profesionales, hasta incluso la objeción de conciencia. Allí estaremos. Porque hay que estar en todos los lados. Todo el mundo puede circular libremente y en cambio todo el mundo pone pegas a la firme decisión de la Consejería de la Comunidad de Madrid para que sea posible la ya dictaminada libre elección de médico. Tiene tajo el consejero Javier Fernandez-Lasquetty en este asunto.

La medicina tiene lugares oscuros, sombras que invitan a la reflexión. Me vuelve a sorprender el Dr. Pedro Conthe, presidente de los internistas, que han descubierto en un estudio que valora la calidad de los informes de alta hospitalaria, que solo entre el 40 y el 60 por ciento de los servicios médicos analizados recoge la descripción del electrocardiograma, si el paciente consume alcohol o diferencia entre el diagnóstico principal y el secundario. También parece ser que menos del 40 por ciento incluye si el paciente realiza actividad física o cuál es su plazo de revisión. Pero lo importante es que 12 sociedades médicas se hayan unido en torno a la Medicina Interna para concluir que hay una profunda necesidad de homogeneizar los informes de alta hospitalaria y mejorar su calidad. Por eso dice Conthe que la totalidad de los pacientes tienen que salir del hospital con un informe de alta y comprenderlo. Este documento, matiza el internista, es más importante, si cabe, en los pacientes con enfermedades complejas (el 70 por ciento) ya que requieren un puente de seguimiento estrecho entre el hospital y su casa.

Ser médico es complicado. En este tiempo de la historia, los buenos gobiernos de los médicos se miden por el talante de sus presidentes. Brindamos con objetividad y con toda la subjetividad de la amistad por el nuevo presidente del Consejo Autonómico Andaluz, el gastroenterólogo granadino, Javier de Teresa. Uno de los más pertinaces, constante y entusiasta valor de la medicina española, no solo en la asistencia, docencia e investigación de su departamento hospitalario, sino en la dimensión social de su actividad en favor de la medicina. Enhorabuena.

Otro que trabaja a piñón fijo es el presidente de la Enfermería, Máximo González Jurado, que pasa de una tesis doctoral con todos los sobresalientes sobre el pie diabético a hacer una justa proclama para defender que no es razonable que un médico siga teniendo que certificar la vacuna que pone un enfermero. Le acompañó en la “Jornada sobre Vacunas” la viceconsejera madrileña Belén Prado y uno de los directores generales con más capacidad de resiliencia que he conocido. No me refiero solo a su fortaleza personal ante la crisis, sino a su consistencia ante los ambages del momento que ha afrontado el director general de Sanofi Pasteur, Sergio Montero. Por eso en el acto dijo “que la vacunación es un esfuerzo continuo. Una labor para educar, informar y dar a conocer el valor de las vacunas”. Porque por mucho que se diga, conviene recordar como hizo él, que la vacunación hace que se salven al año más de seis millones de personas.

Lo mismo ocurre con el cáncer y de ahí las nuevas terapéuticas. Así lo cuentan quienes defienden un nuevo fármaco de Pfizer que evita la progresión del cáncer de pulmón en fase avanzada.

Se denomina PF-299 y según los expertos evita que empeore el cáncer de pulmón cuando se administra como tratamiento de primera línea a pacientes en una fase avanzada de esta enfermedad.

Y finalmente, cuando cerraba este artículo, la Comisión Europea acaba de aprobar un cambio de ficha técnica para Viramune de Boehringer Ingelheim.

Los pacientes con carga viral indetectable de VIH-1 pueden cambiar a Viramune independientemente de su recuento de CD4. Es lo que hay.