Los inmigrantes que se encuentran en España en situación irregular volverán a tener derecho a la atención primaria, eso sí no recuperarán la tarjeta que les fue retirada con la aprobación de la reforma sanitaria en 2012. Así lo ha asegurado, en una entrevista con EFE, el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, en la que defiende esta decisión por “cuestiones de salud pública”, porque es “más práctico” y para “no saturar las urgencias”.
Alonso ha manifestado estar en contra de que éstos sean titulares de una tarjeta sanitaria que “les daría un derecho en Europa que no existe en ningún otro país”.
El ministro no es partidario de retirar otras medidas de la reforma como el copago farmacéutico pese a que, según el Gobierno, la economía se está recuperando, porque España siempre ha tenido un gasto en medicamentos “muy elevado” y hay que “seguir siendo muy exigentes en su control”.
Para Alonso esto no contraviene la reforma de Mato. El nuevo sistema de aseguramiento del Sistema Nacional de Salud (SNS) que impulsó Mato en abril de 2012 y entró en vigor en septiembre de ese mismo año, dejó sin derecho a la tarjeta sanitaria a los inmigrantes en situación irregular, que desde entonces sólo tienen garantizada la atención en caso de urgencias, embarazo, menores de edad y enfermedades infecciosas.
La medida suscitó las críticas de los profesionales sanitarios, las ONG y varias comunidades, incluidas algunas del PP, lo que hizo que algunas idearan sistemas para ampliar esta atención y facilitar su acceso a la Atención Primaria.
Precisamente este hecho es el que lleva ahora al Ministerio a replantearse la situación y mejorar ese acceso, para lo que están recabando información de las comunidades para diseñar un “procedimiento común” que garantice que puedan ser vistos en Atención Primaria.
Cuando se concrete dicho procedimiento, Sanidad lo llevará al Consejo Interterritorial del SNS para que reciba el visto bueno definitivo de las autonomías, pero no precisará ningún cambio normativo, según aclaran las mismas fuentes.