Almudena Fernández Madrid | viernes, 09 de enero de 2015 h |

La Sanidad Militar Española cuenta con 500 años de historia documentada y son muchas las aportaciones que ha hecho a la medicina universal. Así lo comenta a GM el general médico Manuel Guiote, jefe de la Brigada de Sanidad del Ejército (máximo responsable de la sanidad militar española) en el marco de la exposición ‘Sanidad Militar: historia y aportación a la Ciencia’, abierta al público en Granada hasta marzo de 2015. Como ejemplo de alguna de estas gestas, la muestra enseña los primeros hospitales de campaña fundados por los Reyes Católicos —y que se adelantaron en más de 100 años al resto de ejércitos europeos—, la organización de los Tercios Españoles —el germen de la actual Seguridad Social— o la invención y fabricación por un español del primer equipo portátil de rayos X, obra del ingeniero Mónico Sánchez, y que fue ampliamente utilizado por diversos ejércitos.

Son también hitos de la Sanidad Militar, según explica Guiote, el descubrimiento por parte del cirujano militar Fidel Pagés de la anestesia epidural, la creación de los hospitales móviles del general médico Gómez Ulla “que tantas vidas han salvado”, la puesta en marcha por parte de Frederic Durán i Jordá de los primeros servicios de transfusión y bancos de sangre que permitieron recoger las donaciones de sangre y su conservación, transporte y transfusión en lugares alejados, entre otros. “Todos estos avances son hoy de plena aplicación en la sanidad pública, no solo española, sino mundial”, subraya.

Por este motivo, la exposición pretende mostrar a la sociedad el pasado, presente y futuro de este cuerpo, así como su papel en los conflictos, periodos de crisis y en la investigación.

Vacunación universal

En relación con los logros más importantes de la Sanidad Militar, el general médico puso énfasis en la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, “la primera campaña de vacunación universal” dirigida por el cirujano militar Francisco Xavier de Balmis y Berenguer, que llevó la inmunización de la viruela a todos los rincones del entonces Imperio Español.

La imposibilidad de transportar un material tan delicado como una vacuna de un continente a otro fue sorteada por este médico militar español “con una ingeniosa fórmula que aún hoy sorprende a los expertos”, ya que empleó a más de 100 niños huérfanos como ‘correas de transmisión’ de la vacuna, consiguiendo llevarla alrededor del mundo.

De hecho, en 1805, Balmis y Berenguer “llegó a la lejana China después de haber extendido la cura de la viruela” —que es la enfermedad que más seres humanos ha matado a lo largo de la historia— por Hispanoamérica, Filipinas, Cantón y Macao.

Además de la labor que ha llevado a cabo a lo largo de su historia, la Sanidad Militar Española sigue hoy en día aportando a la sociedad. De hecho, ha prestado apoyo en los distintos conflictos y crisis internacionales que se han producido, así como a poblaciones que se han encontrado en situaciones de catástrofe o calamidad pública de algún tipo.

Desde los años 60, momento en el que España envió su primera misión internacional exterior, concretamente a Vietnam, ha participado en operaciones internacionales en múltiples países, como Afganistán, Líbano, Libia, Somalia, Kosovo y Bosnia, entre otros lugares.

Y es que también ha sido protagonista en misiones humanitarias y de observación en Albania, para asistir a los refugiados albano-kosovares; en Mozambique, con motivo de las graves inundaciones; en Nicaragua, donde acudió a atender a la población civil; o en Macedonia, supervisando la entrega de armas de la guerrilla en 2001, entre otros muchos casos, relata Guiote.

La Sanidad Militar ha tenido también un papel esencial en las misiones dirigidas a atender a las víctimas de catástrofes naturales. En este entorno ha asistido a las víctimas civiles de distintos desastres en Argelia, Colombia, Camerún, Honduras, Nicaragua, Turquía, Paquistán, Mozambique y Valencia o Lorca (Murcia) dentro de nuestras propias fronteras.

Asimismo, España es también líder a nivel internacional en relación con la investigación y fabricación de equipos de telemedicina táctica y estratégica, “de gran utilidad como herramienta en el apoyo al diagnóstico y tratamiento de pacientes en lugares remotos”, relata el médico.

Sin embargo, la labor tanto presente como pasada de la Sanidad Militar es “lamentablemente, muy poco conocida y reconocida”, en opinión de sus miembros.

En cuanto a los retos que se plantean de cara al futuro, este cuerpo se encuentra inmerso en un permanente proceso de modernización con el fin de hacer cada vez más eficaz su trabajo, tal y como se puso de manifiesto en su I Congreso . La telemedicina, por ejemplo, tendrá cada vez más fuerza en este campo.

Asimismo, se espera trabajar en el perfeccionamiento de los procedimientos de colaboración cívico-militar a través de unos procesos comunes, que incluyen una preparación, sistemas informáticos operativos, material de apoyo sanitario, así como cualquier otra cosa que pueda contribuir a un conocimiento mutuo. Además, pretenden potenciar la labor investigadora I+D+i en colaboración con instituciones civiles del ámbito de la universidad, o propiamente investigadoras como el Instituto Carlos III o el Consejo Superior de Investigadores Científicas.