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Ante la polémica suscitada en torno a la derivación de pacientes de Castilla-La Mancha a clínicas privadas de Madrid, el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) propone una serie de puntualizaciones para mejorar el sistema. Para empezar ha referencia a que los conciertos constituyen una fórmula de colaboración público-privada perfecta para solucionar problemas de listas de espera y contribuir al mantenimiento del sistema sanitario, sobre todo, en las provincias, dado que promueven la optimización de recursos para conseguir los máximos niveles de asistencia sanitaria, como demuestran informes de resultados en salud, como el Estudio RESA. Además, subraya la eficiencia de los centros privados a través de los costes de los Grupo Relacionados de Diagnóstico (GRD’s).
En este sentido, tras el informe que publicó la semana pasada el Ministerio de Sanidad sobre pesos y costes de los GRD’s del sistema sanitario, el secretario general del IDIS, Juan Abarca, ha señalado a GM que la privada tiene un coste un 45 por ciento menor respecto a la pública, incluyendo amortizaciones de aparatos —que la pública no tiene— y cubriendo todos los costes.
Así, mientras que, por ejemplo, la sustitución de cadera tiene un coste superior a 9.000 euros en la sanidad pública, en el sector privado es de unos 6.000 euros, al igual que la liberación del túnel carpiano que cuesta 1.400 euros en el sistema público y 658 en el privado. De esta manera, Abarca, ha destacado los buenos resultados del sector privado gracias a la buena asistencia que ofrecen motivada, entre otras cosas, por la competencia con la que tiene que lidiar la privada “no sólo dentro del propio sector, sino como un sistema sanitario público de cobertura universal”.
De esta manera, Abarca no entiende “el debate tan manido entre la sanidad pública versus la privada”. Para el secretario general del IDIS la polémica suscita un interés para un sector que no quiere admitir el importante papel de la sanidad privada para el SNS. “Interesa políticamente que la sanidad privada esté en entredicho”. Sin embargo, asegura que los datos demuestran la eficiencia del sector sanitario privado frente a la eficiencia de la gestión de un sistema sanitario público convencional, como por ejemplo, el modelo de los mutualistas que es un 40 por ciento más barato, o el modelo de las concesiones, entre un 25 y un 30 por ciento más económico.
Por último, Abarca defiende la investigación en la sanidad privada y desmiente a quienes aseguran que no se apuesta por ella, instándoles a revisar los informes anuales que presentan sobre la aportación de ensayos clínicos. Por último, el secretario general de IDIS incide en la idea de que la sanidad privada no es un sector especulativo. “Obviamente tenemos que ser eficaces, pero tratamos de dar un buen servicio para poder hacer que la gente piense que merece la pena tener un seguro”, concluye.