FIEM/ “En España resulta casi extraño algo que es una garantía para los ciudadanos”
br
REDACCIÓN
Madrid
En la actualidad, 180 países cuentan con una regulación obligada compartida por el poder político que delega en las profesiones médicas y enfermera el establecimiento de las normas, criterios y premisas deontológicas, algo que no debe ser considerado una “concesión especial” sino una garantía para los ciudadanos pues son los profesionales quiénes mejor pueden controlar el ejercicio.
Esto, sin embargo, resulta “casi extraño” en nuestro país, según expuso el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, durante el IV Encuentro del Foro Iberoamericano de Entidades Médicas (FIEM) celebrado en Córdoba, criticando además que algunos departamentos de la Administración central pretendan desregular ambas profesiones, eliminando la colegiación universal y obligatoria, única posibilidad de que todos respondan a las mismas obligaciones. Así quedó expresado en el manifiesto ratificado por todos los miembros del FIEM en el que exigen a los poderes políticos que lideren un proyecto “dinámico y transformador” que apueste por una visión “actual y democrática” de la profesión médica.
La colegiación también actúa como garantía ante los flujos migratorios, otro de los temas protagonistas de la reunión, con sus consiguientes problemas de titulaciones falsas, redes ilegales y descapitalización de recursos humanos en los países de origen, siendo los iberoamericanos los de procedencia mayoritaria en nuestro país.
Así lo confirma el informe del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada que apunta a que los médicos extracomunitarios que comienzan este año su periodo de residencia superan el 50 por ciento en seis especialidades —Inmunología, Cirugía Torácica, Cirugía Cardiovascular, Educación Física, Nefrología y Otorrinolaringología—, aunque el porcentaje total ha disminuido desde el 34 por ciento del año pasado al 29 de éste, procediendo la mayoría de Colombia, Perú, Italia, Venezuela, República Dominicana y Ecuador, por este orden.
Sin embargo, una vez terminada la especialidad, ¿permanecerán estos profesionales en nuestro sistema sanitario, se marcharán a sus países de origen o se irán a otros en busca de mejores condiciones? Este es uno de los interrogantes que el documento pone sobre la mesa junto con la posibilidad de limitar al 10 por ciento las plazas MIR para extracomunitarios no sólo en el total sino en cada una de las especialidades ya que la duda sobre si nuestro país podrá hacer frente a la reposición del aproximadamente el 40 por ciento de las plantillas de médicos que quieren jubilarse entre 2016 y 2026 sigue vigente.