Carmen M. lópez Madrid | viernes, 21 de febrero de 2014 h |

Conseguir la adherencia terapéutica es clave en la práctica clínica, especialmente en el tratamiento de las enfermedades crónicas. Precisamente, el incumplimiento terapéutico se sitúa en torno al 40 por ciento, siendo la primera causa de fracaso. De esta base se partió en las IV Jornadas de Excelencia en Farmacia Hospitalaria, organizada por la SEFH y la Fundación Salud 2000, donde se presentaron las nuevas estrategias de evaluación y optimización del cumplimiento de los tratamientos.

A modo de ejemplo, José Luis Poveda, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), comentó que la adherencia en pacientes con enfermedad cardiovascular es deficiente en más del 60 por ciento de estos. Un problema que a su entender, disminuye los resultados en salud tanto clínicos, como humanísticos y económicos. “11.250 millones de euros es el coste de la no adherencia en España, mientras que en Europa alcanza los 125.000 millones de euros”. Para el presidente de la SEFH, estos datos deberían hacer reflexionar a las autoridades sanitarias en cuanto a la implementación de programas específicos para obtener resultados en salud.

En este contexto, la adherencia es el reto de futuro de la atención farmacéutica. Para ello, son muchos los mecanismos que se emplean desde los propios servicios de FH para controlar el cumplimiento terapéutico. Por ejemplo, mediante el desarrollo de programas de atención farmacéutica a pacientes infectados por VIH o VHC desde las unidades de pacientes externos, como ya se hizo en 2001, cuando se elaboró un documento con la idea de ayudar a realizar un adecuado control clínico mediante el uso correcto de los fármacos, identificando actividades prioritarias como la información, el estímulo y reforzamiento de la adherencia y la integración en el equipo multidisciplinar. Poveda insiste en la importancia del trabajo conjunto entre los diferentes niveles asistenciales. De este modo, incidió en la colaboración con otras sociedades científicas a fin de establecer recomendaciones que mejoren la adherencia.

La adherencia en el hospital

En este sentido, los farmacéuticos de hospital trabajan desde hace años en hacer valoraciones del cumplimiento de los pacientes a los medicamentos que se dispensan en los servicios de Farmacia Hospitalaria. En un hospital como La Fe de Valencia, cada día los médicos se enfrentan a tres tipos de pacientes, ingresados, ambulantes y externos. En este sentido, la adherencia de los pacientes hospitalizados es del 100 por cien. Debido a la medicación preparada en dosis unitarias en los servicios, su administración por enfermería de sala y el registro de la administración, bien de forma manual o automatizado en el carro de movilidad.

En el caso de los pacientes ambulantes, su adherencia depende de los factores relacionados con la enfermedad —gravedad de los síntomas, comorbilidades, velocidad de progresión—, o de los factores relacionados con el tratamiento —frecuencia de dosificación, duración del tratamientos y efectos adversos—. En este último caso, para Poveda, los efectos secundarios dificultan la administración de la intensidad de dosis prevista comprometiendo la efectividad del tratamiento.

Sin embargo, el objetivo es el paciente externo. Por ello, el experto insiste en la importancia de la monitorización de la adherencia y la implantación de las estrategias dirigidas a manternela. Desde los servicios de FH se apuesta por “educar y motivar al paciente mediante métodos basados en el concepto de que los pacientes que entienden su patología y su tratamiento estarán más concienciados e informados para cumplirlo”. En este sentido la intervención del farmacéutico al alta es fundamental ya que consigue fidelizar la relación del paciente y la medicación, consiguiendo reducir reingresos. Además, el uso de las nuevas tecnologías como herramientas de mejora de la adherencia también son importantes, así como los sistemas de recordatorio.

Para medir la adherencia existen diferentes métodos objetivos y subjetivos. Los más empleados que son los cuestionarios, los recuentos de medicacion y registros de dispensación, sobrestiman la adherencia, y los sistemas tipo MENS (que permiten la determinación de concentraciones plasmáticas de fármacos), la infraestiman. Por ello, es importante combinar varios métodos para una valoración más exacta.

“El acercamiento entre farmacéutico y paciente es clave para abordar la adherencia terapéutica”, explica Guadalupe Piñeiro, del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo. En este sentido, la interactuación es fundamental.

La falta de adherencia en los tratamientos crónicos conlleva una evolución desfavorable de la enfermedad, más ingresos hospitalarios, más visitas a Urgencias, por lo que tiene una repercusión directa en la salud de los pacientes y en los costes asociados. Para Guadalupe Piñeiro, del servicio de Farmacia Hospitalaria del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, el incumplimiento repercute en la sostenibilidad del sistema, puesto que se producen fracasos terapéuticos que provocan intensificación de los tratamientos, incremento de los efectos indeseados, realización de pruebas innecesarias y en ocasiones incluso el cambio de estrategia terapéutica por otra menos eficiente.

Para Poveda, una de las claves económicas para mejorar la sostenibilidad y para disminuir la morbimortalidad pasa, por activar un plan de acción sobre la mejora de la adherencia a los tratamientos oncológicos.

En este sentido, aumentar los recursos dedicados a la adherencia terapéutica puede tener una repercusión mayor sobre la salud que una mejora en un tratamiento farmacológico específico. Para Piñeiro “invertir en fomentar la adherencia es invertir en salud”.

Precisamente, una inversión de mejora son las aplicaciones para móviles que permiten a los pacientes avanzar en analizar la gran cantidad de variables para elaborar un informe farmacoterapéutico con los tratamientos, pautas y dosis que emplea el paciente y conectarlo con un sistema recordartorio que mediante alarmas informa de cada toma de medicación.

Por último, otra de las claves en este proceso es la familia. Tal y como señaló Carmen González Madrid, presidenta Ejecutiva de la Fundación Salud 2000, “es importante que el entorno familiar ayude a la adherenci, sobre todo en pacientes más vulnerables.”