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En un contexto en el que el envejecimiento poblacional va en aumento y el sobrepeso y la obesidad siguen incrementándose, la diabetes es, sin duda, una de las epidemias del siglo XXI, unida a un nuevo concepto, el de la diabesidad. En este escenario, los servicios asistenciales se encuentran en constante cambio a un ritmo diferente en las comunidades autónomas. De esta manera, surge la necesidad de resaltar la excelencia de los servicios y analizar la gestión de la calidad en la atención al paciente, en concreto, en las Unidades de Diabetes.
Para debatir al respecto, GACETA MÉDICA reunió a los finalistas al mejor servicio en atención al paciente de la Unidad de Diabetes de la octava edición de los Premios Best in Class, que cuenta con el patrocinio de Lilly, junto con el presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Francisco Javier Salvador Rodríguez, presidente de la SEEN, reconoció la labor y la responsabilidad de estos profesionales y resaltó la trayectoria de estos servicios. Para Rodríguez estos galardones son un compromiso de competición con uno mismo ya que sacan a la luz los aspectos que hay que mejorar. Por esta razón, “es la sociedad la gran beneficiadora de los Premios BiC”.
Ejemplo del trabajo que realizan cada día estos profesionales es que a pesar del escenario de crisis, aseguran que dar excelencia en los servicios es posible si se cuenta con los instrumentos adecuados. Para ello, apuntaron que es necesario priorizar en la calidad de la asistencia y no sólo en criterios economicistas. “Es importante enfocar el rendimiento de los sistemas en parámetros de calidad asistencial y de la mejoría en la calidad de vida de los pacientes, y no de la economía”, resaltó el presidente de la SEEN. Al hilo de esta idea, Francisco Javier del Cañizo, jefe del servicio del Hospital Infanta Leonor de Madrid señaló la necesidad de la continuidad de cuidados entre las diferentes especialidades, “posible gracias a la estrecha relación de los médicos de primaria y de especializada que intervienen en las unidades”.
Uno de los problemas que destacaron los clínicos fue la necesidad de cambiar la visión cortoplacista, bajo la que se rigen los gerentes y las administraciones. De este modo. José Ramón Domínguez, jefe del servicio del Hospital Universitario de Alicante, puntualizó que “la diabetes no es una enfermedad de dos o tres años, es una patología a largo plazo”.
Con esta conclusión, los especialistas coincidieron en que otro de los problemas a los que se enfrentan diariamente son las trabas a la hora de prescribir, agravadas por las diferencias en el modelo de prescripción de las distintas autonomías, de esta manera se enfrentan a una dicotomía donde entra en juego la ética y la profesión. Para Rodríguez es caótico que se trate de vehiculizar la prescripción médica en detrimento de la libre disposición.
Así, por ejemplo en la Comunidad Valenciana el algoritmo terapéutico que afecta a la especialidad es el de la hiperglucemia. La jefa del servicio del Hospital Universitario La Fe, Antonia Pérez Lázaro, aseguró que “aunque de momento se puede prescribir libremente, las trabas y las dificultades del sistema operativo de los algoritmos van en aumento”. En este sentido, explicó que ya no sólo el tiempo de consulta se demora y las listas de espera se incrementan, sino que se resta tiempo para la investigación.
Desde Madrid, Alfonso Luis Calle, jefe del servicio del Hospital Clínico San Carlos, matizó que con herramientas “tan sibilinas” no hay posibilidad de un sistema estructurado. “Nuestra obligación es prescribir lo que el paciente necesita de la forma más eficiente. Quizás un fármaco que cuesta 600 euros, a largo plazo, es más barato que una hospitalización de cinco días en un enfermo de diabetes”.
De esta manera, Rodríguez incidió en que el precio que tiene el curar a una persona, “es absolutamente inestimable e inmedible” y denunció que ni administraciones ni gerentes lo están teniendo en cuenta.
Unidades de diabetes
La evolución de las Unidades de Diabetes en la última década ha sido significativa. Los expertos señalaron como en España, existen cada vez más servicios de diabetes con nuevos trabajos y mejores resultados, gracias a los equipos multidisciplinares y a la buena organización. A pesar de este dato, Calle apuntó que “muchas de estas unidades no son operativas con una eficacia del 100 por cien, debido a la falta de competencias económicas”.
Por su parte del Cañizo comentó que las unidades tienen que dar una asistencia sanitaria de calidad basada en la evidencia científica, mediante unos cuidados que satisfagan a los pacientes y con una labor investigadora y de formación de la propia unidad. Estos equipos de trabajo de diabetes deben formar parte de la endocrinología así como los gerentes, quienes tienen que ser parte del equipo para unificar criterios.
Cuantificando los dificultades con las que se encuentran al desempeñar su trabajo, los especialistas en diabetes insistieron en la conveniencia de unificar áreas terapéuticas. En este sentido, reiteraron la necesidad de combatir la diabetes, actuando desde la base. “Es necesario resolver el problema de la obesidad, para ello es imprescindible que la nutrición, obesidad y diabetes confluyan conjuntamente, evitando la creación de unidades independientes y autónomas”, señaló Calle.
Indicadores de gestión
A pesar del éxito de estos equipos de trabajo, los profesionales echan en falta más autonomía a la hora de gestionarse. En este sentido, se habló sobre la utilidad de las unidades de gestión clínica (UGC). Al respecto, Calle lo consideró un modelo perfecto aunque obsoleto.
El Servicio del Hospital Clínico San Carlos fue pionero en incluir las UGC. Tras diez años en funcionamiento, el jefe del servicio reconoce que nunca han tenido capacidad para gestionar ni para realizar actividades en términos de eficiencia, algo que, en su opinión, beneficiaría el sistema. Así Calle, lamentó que las administraciones no sean capaces de sintetizar y priorizar en objetivos para encontrar los factores de riesgo, algo que reportaría un beneficio económico bastante mayor a largo plazo. “Por ejemplo, introducir un podólogo que fuera capaz de abaratar el coste del pie diabético o una nutricionista para prevenir problemas nutricionales con seguimientos a domicilio, sería una solución para agilizar el sistema”, afirmó.
De agudos a crónicos
Esta visión continuista entre médicos de primaria y especializada permitiría el cambio de mentalidad de pacientes agudos a crónicos de manera progresiva. Para ello, el papel del endocrino es incuestionable, “no como el dueño de la baraja, sino como parte de un equipo”, señaló Rodríguez.
En este sentido, aunque es el especialista el que más puede interactuar entre todos los profesionales —podólogos, oftalmólogos, nutricionistas, etc—, las políticas actuales por las que se rigen los gestores impide llevarlo a cabo debido a la poca capacidad organizativa. Para solventarlo, el jefe del servicio del Hospital Clínico San Carlos insistió en que mediante protocolos basados en la evidencia científica, bien estructurados es posible hacer ver a los gerentes la necesidad de hacer actividades eficaces para los enfermos. Además, el trabajo multidisciplinar juega un papel vital para la evolución y el cambio de mentalidad hacia crónicos, ya que si algo caracteriza esta patología es que “ pone en evidencia todo el sistema, desde primaria a especializada”, confirmó Calle.
Mientras que en Madrid el proceso de cambio de modelo hacia los pacientes crónicos está siendo más lento de lo esperado, en la Comunidad Valenciana, Pérez aseguró que han instalado protocolos y guías, para implicar a todos los servicios, haciéndolos más participativos. Sin embargo, en esta evolución falta un eslabón, que hace que el proceso en esté “retraído”.
Otro de los temas que salió a colación fueron los avances en los tratamientos. Si en algo se ha adelantado en las últimas décadas ha sido en la mejora de complicaciones. Así, el paciente diabético ha pasado a ser parte activa en su tratamiento, responsabilizándose del mismo. “La percepción es que los pacientes están mejor gracias a la eficacia de los fármacos, la forma de abordarlo es más directa con los pacientes, por ejemplo, con la telemedicina”, subrayó Pérez. Del Cañizo, recordó que ejemplo de esta evolución terapéutica ha sido pasar del glucocentrismo, es decir, tratar a los pacientes sólo la glucosa, a ver más allá con nuevos fármacos más seguros y eficaces.
Pese a la situación económica, mantener el equilibrio con menos recursos entre la calidad y la excelencia es posible y así queda patente en estas unidades de forma que la visión continuista en primaria y especializada mediante reuniones, protocolos y guías, hace posible la implicación y formación de todos los profesionales. De ahí, la importancia que, a juicio del presidente de la SEEN, tiene la protocolización de las actuaciones como medio para generar ahorro y mejorar la eficacia.
Es importante la protocolización de las actuaciones como medio para generar ahorro
La diabetes es una enfermedad a largo plazo, donde no existen resultados en dos o tres años
En España cada vez hay más unidades de diabetes con nuevos trabajos y mejores resultados
Los Premios BiC son un compromiso de los profesionales con la sociedad
Antonia Pérez
Jefa de Sección del Hospital Universitario La Fe de Valencia
“Es preciso la colaboración entre todos los profesionales que intervenimos en la atención al paciente con diabetes. Tenemos que luchar y pedir apoyo científico que nos haga valedores de una buena gestión. Para ello, son necesarias unidades participativas donde intervengan las enfermeras de referencia, médicos y especialistas”.
Alfonso Luis Calle
Jefe del Servicio del Hospital Clínico San Carlos de Madrid
“El futuro va estructuralmente por las Unidades de Gestión que se deben desarrollar con otra figura, con los recursos suficientes para que funcionen como verdaderas unidades, mediante objetivos asistenciales, docentes y de investigación. Éstas deben ser autogestionadas con participación activa y capacidad de dirección”.
José R. Domínguez
Jefe del Servicio del Hospital Universitario San Juan de Alicante
“Hay una trayectoria de casi dos décadas donde las Unidades de Diabetes han evolucionado y han conseguido mucho para que los pacientes se traten mejor y vivan mejor, para ello pacientes, industria, especialistas y médicos de Atención Primaria tenemos que estar unidos”.
F. Javier del Cañizo
Jefe del Servicio del Hospital Infanta Leonor de Madrid
“Nuestro objetivo es la persona diabética. Nuestra obligación es dar asistencia sanitaria eficaz basada en la evidencia, con lo que necesitamos formación e investigación con los mismos objetivos dentro de una unidad que se dinamice con Primaria y el resto de especialidades. Para ello debemos adaptarnos al entorno, las NN.TT. y trabajar de manera dinámica”.
F. Javier Salvador
Presidente de la SEEN
“El trabajo en equipos es fundamental para desarrollar la labor asistencial. La tarea educativa es esencial tanto para los pacientes como para los profesionales y el propio hospital. En la investigación, la industria tiene un papel fundamental y esencial para el paciente. Tenemos los zapatos para caminar, ahora hay que llegar al paciente individualizado”.