A finales de diciembre de 2011, con la llegada del Partido Popular al gobierno de España, el gasto farmacéutico se convirtió en una de las cabezas de turco ofrecidas a Bruselas para combatir el déficit. El ministerio de Sanidad, entonces dirigido por Ana Mato, afiló el bisturí para trazar unas políticas de precio y copagos que compensasen los recortes de presupuestos para hacer frente a la deuda. Hoy, con los datos sobre la mesa, ya se pueden sacar las principales conclusiones de los efectos del Real Decreto-ley 16/2012 y las diversas correcciones que ha sufrido el texto legislativo a lo largo de su existencia.
El gasto medio por receta se encuentra en 10,81 euros, 57 céntimos menos que cuando el Partido Popular alcanzó el gobierno. Este descenso, motivado en primera instancia por los precios de referencia, también ha estado modulado por el precio más bajo, herramienta de carácter mensual que implementó el equipo de Mato para someter a mayor control a los precios de los medicamentos. También ha descendido el número total de recetas dispensadas con cargo al Sistema Nacional de Salud. En 2015 se extendieron poco más de 882 millones, mientras que hace cinco años esta cifra se encontraba en algo más de 973. Este indicador es fruto directo del copago, cuyo principal objetivo, según sus ideólogos, era disuadir del consumo innecesario o abusivo de fármacos.
El último indicador que muestra el comportamiento del mercado durante el gobierno del Partido Popular es el gasto farmacéutico anual. En 2015, el montante total fue de 9.534 millones de euros, mientras que esta cifra, en 2011, fue de 11.135. La comparación de ambos guarismo muestra un descenso en el último lustro de algo más de 1.600 millones de euros. Además, en este apartado cabe recordar que medidas citadas en el 16/2012 no llegaron a desarrollarse por completo, como demuestra el borrador de Real Decreto de Precios y Financiación.
La evolución de estos indicadores no ha sido lineal. Durante los dos primeros años y medio la tendencia fue a la baja pero, a partir de 2014 comenzaron a intuirse vestigios de recuperación que se han ratificado en 2015. En el caso del precio medio por receta, en 2013 se situaba en 10,68 euros, 13 céntimos más que en el resultado final de la serie. De igual modo, el número de recetas también ha comenzado a elevarse. Si bien es cierto que el dato actual es más bajo que en 2012, en 2013 estaba aún un escalón por debajo, circunstancia que se repitió al año siguiente.
En cuanto al gasto farmacéutico total, el dato de 2015 es menor al cosechado tanto en 2011 como en 2012. Sin embargo, durante los primeros dos años de legislatura del Partido Popular, el control sobre el precio de los medicamentos fue más férreo que en la segunda mitad.