digestivo/ Congreso de la Asociación Internacional de Edulcorantes

br

Los estudios han demostrado que no hay relación entre el aspartamo y la aparición de tumores en humanos
| 2011-05-27T15:57:00+02:00 h |

Gracia Granados

Madrid

El deseo por el sabor dulce no se ha modificado en cientos de años, pero lo que sí ha cambiado es la cantidad diaria que se come y que hacemos menos ejercicio físico, factores que sin duda, contribuyen al aumento de los niveles de obesidad. Eso es lo que afirmó durante el congreso que tuvo lugar la semana pasada en Bruselas, Hans Heezen, presidente de la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA), que ve una manera saludable para bajar de peso el tomar estos aditivos bajos en calorías, ya que permiten disfrutar del sabor dulce sin hacer una aportación significativa a la ingesta calórica.

Ya en 2009 la EFSA (European Food Safety Authority) confirmó que no había pruebas de un potencial carácter genotóxico o cancerígeno del edulcorante aspartamo, situando la dosis recomendada en los 40 mg/kg de peso corporal/día. Estos resultados coinciden plenamente con el consenso internacional. El aspartamo no sólo es uno de los ingredientes de suministro alimentario que ha sido sometido a controles más rigurosos, sino que, además, cuenta con la aprobación de expertos de la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación) y de la OMS (Organización Mundial de la Salud), y lo mismo ocurre con el resto de los edulcorantes.

Estudios en animales

Las pruebas de seguridad in vitro e in vivo de los aditivos alimentarios en animales se realizan para determinar los efectos que el compuesto es capaz de producir cuando se administra en dosis diarias altas, o hay grandes concentraciones en la dieta. Los estudios abarcan todas las fases de la vida, incluso en el útero y la lactancia. Los niveles de dosis son generalmente muy altos porque el objetivo de estas pruebas es averiguar qué efectos puede producir el compuesto en el cuerpo, independientemente de la dosis que se aplique. El mayor nivel de consumo que hace que la dosis no produzca ningún efecto adverso es, por tanto, el establecido para la ingesta humana.

Los niveles de cada edulcorante que se permite en los alimentos y bebidas se establecen de forma que incluso una ingesta elevada de todas las fuentes no superen la cantidad diaria admitida. Además, amplios estudios han demostrado que los niveles de consumo de la población están muy por debajo del nivel recomendado, como asegura el doctor Joris Van Loco, director del Departamento de Alimentos y Seguridad del Consumidor del Instituto Científico de Salud Pública de Bélgica.

Los edulcorantes bajos en calorías son añadidos a menudo a los alimentos y bebidas en forma de mezclas o combinaciones. La única propiedad que es común a todas estas sustancias es su actividad en el receptor del sabor dulce.

“Los edulcorantes bajos en calorías son, de todos los aditivos para alimentos, de los más estudiados para garantizar que se pueden tomar con total seguridad”, explica el profesor Andrew Renwick, miembro del Comité mixto de la FAO de expertos en aditivos alimentarios, que además se muestra partidario de desterrar de la cabeza esa idea de que “el azúcar es la causa de todas las enfermedades de la sociedad”.