galicia/ La consejería está consensuando los protocolos sólo con sociedades científicas

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En los casos muy graves o de primer nivel sólo contarán las razones médicas
| 2011-01-28T15:23:00+01:00 h |

REDACCIÓN

Madrid

Los condicionantes sociales serán un criterio a tener en cuenta para establecer la prioridad que tendrán los pacientes gallegos para ser operados de dolencias graves y moderadas, en ningún caso de las muy graves, en las que sólo contarán las razones médicas.

Así lo ha decidido la Consejería de Sanidad que ha consensuado con las sociedades científicas los protocolos que guiarán al facultativo para catalogar a los enfermos en los tres niveles de gravedad y prioridad, pues hasta ahora los profesionales utilizaban sus propios criterios, que no eran “homogéneos” en todos los centros. El objetivo de la Administración sanitaria es disminuir esta variabilidad y sistematizar los baremos para garantizar que todos los médicos siguen las mismas pautas.

Por el momento, el departamento de Pilar Farjas ha fijado sólo los 230 protocolos sobre patologías que son consideradas muy graves (prioridad uno) y todavía están consensuando las condiciones para el resto, en las que sí tendrán peso los factores sociales como la situación laboral y familiar y el grado de funcionalidad del enfermo, aunque también el nivel de dolor que valore el facultativo para dar prioridad al que más sufra.

Según Sanidad, para ello no serán necesarios informes de trabajadores sociales sino que esta evaluación formará parte del análisis que habitualmente realiza el profesional, recayendo en éste la decisión de priorizar a un paciente de baja laboral sobre otro que está en paro, uno de los criterios que la Administración tiene previsto contemplar, según ha publicado El Faro de Vigo.

El Consejo Gallego de Médicos se ha mostrado de acuerdo con la unificación de protocolos para priorizar a los pacientes pero ha echado en falta el haber sido consultado por la consejería, que ha tenido más en cuenta criterios “técnicos” que profesionales. Además, creen que la gravedad clínica debe prevalecer “siempre”, pues los criterios sociales pueden dar lugar a “cierta discrecionalidad”.