Cataluña

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| viernes, 18 de febrero de 2011 h |

C.O.

Barcelona

La Fiscalía Superior de Cataluña y el Consejo del Colegio de Médicos de esta comunidad han firmado un convenio para optimizar el tratamiento de los casos de agresiones a profesionales sanitarios.

Según Josep Arimany, director del Servicio de Responsabilidad Profesional del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB), este acuerdo viene ligado a la Unidad Integral de Violencia contra el Médico que la Junta de Gobierno barcelonesa creó en julio de 2010, que ofrece asesoría jurídica y asesoría en seguridad, además de soporte psicológico al médico afectado. “Queremos una tolerancia cero en este tema, y con este convenio se notificarán a la fiscalía todos los casos de agresiones que se judicialicen”, declaró. En concreto, cuando se trate de un caso grave, se contará de forma inmediata con un interlocutor fiscal.

Arimany destacó que es una iniciativa pionera, y la única similar es un protocolo de medidas en caso de agresión que se aprobó en el País Vasco en 2007.

Aunque desde que se creó la Unidad Integral de Violencia gestionan mayor número de incidentes, Arimany señaló que los datos que manejan son sólo “la punta del iceberg”, ya que en Cataluña cada colegio profesional y cada centro sanitario se encarga de sus casos. Por ello, en la Unidad se ha formado un observatorio de seguridad, presidido por Lourdes Vázquez (vocal de la Junta de Gobierno del COMB), que hace de interlocutor entre el colegio y el centro sanitario.