Las células gliales y, concretamente, los astrocitos, no solo tienen una función esencial en la respuesta inflamatoria central característica de la obesidad, sino que también desempeñan un papel importantísimo en el control hipotalámico del metabolismo. Así, las conclusiones, publicadas este mes de noviembre en la revista Journal of Clinical Investigation, situan a la glía como posible nueva diana terapéutica en el tratamiento de la obesidad. Además, el estudio, liderado por Jesús Argente, jefe de servicio de Endocrinología y Pediatría del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, en Madrid, y en el que han participado científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (Ciberobn), aporta también evidencias de que la leptina es capaz de modificar la función de transporte del glutamato y la glucosa que tienen estas células gliales, una actividad que determina tanto el susutrato metabólico disponible para las neuronas como la señalización especializada de los sensores neuronales de glucosa.
Otra de las conclusiones que muestra el estudio tiene que ver con las proteínas específicas de la glía, cuyas funciones se modifican en situaciones fisiológicas de ayuno o sobrenutrición. Si bien ya hay investigaciones que señalan que una nutrición maeterna deficiente o una sobrenutrición neonatal precoz modifican los circuitos neuronales relacionados con el control metabólico en adultos, este estudio aporta nuevos datos que ayudan a entender el papel que juegan los astrocitos del hipotálamo en estos cambios estructurales y funcionales a largo plazo.