| viernes, 01 de julio de 2011 h |

Dr. Bartolomé Beltrán, director de Prevención y Servicios Médicos del Grupo Antena3

Se acaba de aprobar el nombramiento de Iñaki Ereño, de Sanitas, como presidente del IDIS en sustitución del Dr. Pedro Luis Cobiella. Se trata de un relevo estatutario, pero lo importante fue el informe de la sanidad privada.

Ya era hora de que supiéramos los datos claros, concisos y concretos de la sanidad privada. Han tenido que arremangarse los Abarca para que se sepan las cuestiones básicas de nuestro devenir asistencial. Les corresponderá por ello el beneficio de liderar un sector en el que todos caminaban mirando a los demás de reojo. Su apuesta a la americana consiste en competir en ser mejor ante los pacientes y las aseguradoras y no digamos ante la universidad y el sector público a los que ponen la vela correspondiente sin despistarse de la asistencia esencial y ortodoxa que merecen los pacientes. Los que hemos leído y convivido, en otro tiempo, con la filosofía de Juan Abarca Campal y su magnífico libro Cinco litros de sangre sabemos que llegar hasta aquí ha sido un vía crucis en el que no hay calvario sino mucha abnegación y sacrificio.

Por eso me entrego con entusiasmo al estudio Sanidad privada, aportando valor: análisis de situación, realizado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS).

Este estudio constituye el primer análisis sectorial riguroso y exhaustivo sobre un ámbito, el de la sanidad privada, que tradicionalmente ha cargado en nuestro país con una serie de tópicos y prejuicios de origen sobre todo ideológico”, explica Juan Abarca, secretario general del IDIS. “Se trata de un importante informe para cuya elaboración se ha consultado un gran número de fuentes públicas e informes sectoriales de los diferentes subsectores del sector privado. Asimismo, se ha contado con los datos aportados por los hospitales y compañías aseguradoras miembros del Instituto y el análisis de expertos del sector. Todo ello ha permitido mostrar una realidad que rompe tanta demagogia como ha existido alrededor de este sector”, señala el doctor Abarca Cidón.

Con este estudio pretenden, según Ángel de Benito, vicepresidente del IDIS y coordinador del informe, ofrecer una visión real de la importancia y la calidad de la sanidad privada para promover una mayor integración en la planificación asistencial de la población.

Hay cuatro ejes que benefician a los pacientes. Y otros cuatro que son indicadores de beneficios sanitarios. Entre los primeros se encuentra la mejora de la accesibilidad de la población a la asistencia sanitaria a través de una amplia y variada red de centros. Así, la red sanitaria privada está presente en todas las comunidades autónomas y provincias. El desarrollo de una actividad de alta complejidad a través de los más recientes avances tecnológicos, ya que el sector privado, por su mayor agilidad de gestión, ha sido tradicionalmente mucho más receptivo e innovador en la introducción de nuevas tecnologías como el TAC, la resonancia magnética o la cirugía robótica u oncológica radioterápica, entre otras. También persigue la mejora continua de la calidad en la prestación asistencial, un ejemplo de ello es que el 86 por ciento de los hospitales pertenecientes al IDIS cuenta con algún tipo de certificado de calidad. Además, se trata de un motor de avances en la investigación, de manera que los hospitales privados participan activamente en el ámbito de la investigación, particularmente en la realización de ensayos clínicos. En concreto, 122 centros sanitarios privados participan en España en 434 ensayos clínicos.

En el segundo grupo de ejes, los que son indicadores de beneficios sanitarios, el sector privado representa un elevado peso en el sector productivo español. De hecho, supone el 2,5 por ciento del PIB, lo que equivale al 27,5 por ciento del gasto sanitario total. Libera de recursos a la sanidad pública, dado el modelo de seguro sanitario privado (seguro duplicado), los 7,6 millones de asegurados con pólizas privadas en España disponen también de cobertura sanitaria pública, si bien la utilizan menos o no la utilizan. También colabora y constituye un aliado estratégico del sistema público. Es más, el sector público no podría cumplir sus ambiciosos objetivos asistenciales sin contar con la colaboración, en múltiples facetas, del sector privado. Y por último, genera empleo y contribuye a la formación de los profesionales sanitarios. El dato es claro, 253.000 profesionales (56.281 de ellos médicos) desarrollan su actividad en esta parcela de la sanidad.