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En mayo de 2012 se celebraron las elecciones al Colegio de Médicos de Madrid. Fue entonces cuando Sonia López Arribas asumió la presidencia y cuando las aspiraciones de la candidatura que encabezaba Miguel Ángel Sánchez Chillón de asumir las riendas del colegio se hicieron añicos. Es más, tal mal sentó al cabeza de lista la derrota, que ni siquiera hizo acto de presencia en la toma de posesión de la nueva junta como sí hicieron el resto de los candidatos. Así, tras el desengaño, Sánchez Chillón se erigió como líder del movimiento de la ‘marea blanca’ en contra de la externalización de seis hospitales planteada por el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Sin embargo, parece que atrás quedaron las rencillas y que entre López Arribas y Sánchez Chillón hay ahora más puntos de encuentro que de desencuentro. Así lo demuestra un correo electrónico del 8 de noviembre al que ha tenido acceso GACETA MÉDICA que remite Joaquín Ruiz, cónyuge de la presidenta, desde su correo electrónico del Ministerio de Defensa —ostenta el cargo de Capitán de Corbeta del Ejército— a la que fuera segunda de la candidatura de Sánchez Chillón, Asunción Rosado.
El documento en cuestión (ver imagen) se encontraba traspapelado en un registro que hizo en el Icomem Rosado con fecha 12 de noviembre de 2013 (ver imagen) en el que dirige un escrito a la Junta Directiva y al presidente de la Organización Médica Colegial señalando que el nombramiento de Julio Albisúa —cónyuge de la vicepresidenta Ana Sánchez— como miembro de la Comisión Deontológica del colegio no es ético por considerar que contraviene los estatutos en cuanto a que se trata de una persona dependiente de un miembro de la Junta Directiva, por lo que dicho nombramiento podría constituir un presunto caso de tráfico de influencias o nepotismo. Por ello, Rosado pide que el documento se admita como denuncia a la vicepresidenta y se proceda en tiempo y forma.
Como se puede observar en el mail, el lenguaje que mantienen Ruiz y Rosado es de sintonía y familiaridad. Asimismo, en el correo se intuye una estrategia común compartida. Así, se habla de un pleno que “promete” y de la intención de la presidenta de pulsar “el ambientito” entre el resto de los presidentes colegiales respecto a su intervención en el colegio —se intuye que en la misma dirección que pide en el escrito Rosado—, sacando de su puesto a la vicepresidenta. De hecho, en el correo se comenta que la cuestión no es ya “si va a haber o no intervención” por parte de la OMC, sino de “cuándo y cómo se va a hacer” y se asegura que la misma López Arribas les llamará “para contaros personalmente”.
En la segunda parte del mail se utiliza la expresión “ellos tampoco descansan” para referirse a las denuncias que se han interpuesto en el colegio por parte de Julio González, Antonio Ramos y Guillermo Sierra. con terminología como “intento patético”o calificativos como “es tan tonto”.
En tal caso, lo que deja claro la correspondencia entre Ruiz y Rosado es que parece que López Arribas y Sánchez Chillón tienen un objetivo común: el de convocar elecciones para echar del Icomem a la actual Junta Directiva, puesto que, como viene contando esta publicación, y se demuestra claramente en el correo electrónico, la presidenta carece del apoyo de la misma, lo que ha sumido al órgano colegial en un reino de taifas imposible de gobernar con dos bandos opuestos que luchan por mantenerse a flote dentro del colegio, al tiempo que López Arribas busca una salida digna y conveniente, quizás con alguna prebenda en caso de que Sánchez Chillón la suceda en el cargo.