Los primeros resultados del estudio fase III Elixa sobre seguridad cardiovascular (CV) a largo plazo con el agonista del receptor GLP-1 lixisenatida (comercializado como Lyxumia por Sanofi) para pacientes diabéticos tipo 2 y con elevado riesgo CV fueron calificados por la comunidad científica como “prometedores”, en la 75 Reunión Científica de la Asociación Americana de la Diabetes (ADA) que tuvo lugar en Boston.
El estudio —realizado desde junio de 2010 y completado recientemente— demuestra la no inferioridad del fármaco versus placebo, respecto a muerte CV, infarto de miocardio no mortal, accidente cerebrovascular no mortal u hospitalización por angina inestable. No obstante, se espera que esta clase de fármacos puedan llegar a mejorar la salud CV, tal y como afirmó el autor principal del trabajo y profesor de la Universidad de Harvard y del Brigham and Women’s Hospital (Boston), Marc Pfeffer, quien subrayó que los profesionales sanitarios que traten a este grupo de pacientes “no deberían preocuparse” a la hora de administrar el fármaco, “incluso” aunque presenten riesgo elevado de sufrir eventos cardiacos.
En este sentido, el vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), Ricardo Gómez-Huelgas, explicó a GACETA MÉDICA que la clave está “en analizar cada caso de manera individual y, en función a las opciones que existen, elegir la más adecuada para el paciente”. Lo que está claro, precisó, es que tras los resultados de Elixa, “se garantiza que lixisenatida se puede utilizar con seguridad”.
Asimismo, Matthew Riddle, profesor de Medicina de la División de Endocrinología, Diabetes y Nutrición Clínica, de la Universidad de Ciencias y Salud (Portland), hizo hincapié en que lixisenatida permite un mejor control de la glucemia —logra una ligera disminución de la hemoglobina glicosilada (HbA1c) frente a placebo— y consigue que los pacientes reduzcan el peso en una media de 0,7 kilos.
“Una diferencia modesta pero significativa”, recalcó el experto, quien añadió que el grupo al que se le administró lixisenatida sí presentó más náuseas y vómitos que el grupo placebo. Sin embargo, no hubo diferencias significativas entre ambos brazos del estudio, respecto a pancreatitis y casos de cáncer de páncreas u otros tumores malignos.
Aparte, Eldrin Lewis, profesor adjunto de Medicina de Harvard Medical School y de la Sección de Cardiopatías Avanzadas de la División Cardiovascular del Brigham and Women’s Hospital, indicó que había quedado patente que este medicamento puede ser considerado una herramienta “para reducir más la glucosa, sin que eso provoque aumento del riesgo de hipoglucemia”.
Estudio Tecos
Otro de los estudios que generó más expectación fue el Tecos. Otro ensayo de seguridad CV que se llevó a cabo con pacientes diabéticos tipo 2 y enfermedad CV establecida. En este caso, el fármaco objeto de estudio fue el inhibidor de la DPP-4 sitagliptina, comercializado como Januvia por Merck.
De entre los resultados alcanzados, se destacó por un lado la no inferioridad de sitagliptina frente a placebo en muerte CV, infarto de miocardio no mortal, accidente cerebrovascular no mortal y hospitalización a causa de angina inestable y, por otro, la similitud entre la tasa de hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca (IC) en ambos grupos. En tercer lugar, se remarcó que en cuanto a la incidencia de hipoglucemia grave no hubo diferencias significativas entre ambos brazos.
“Sitagliptina se puede usar de forma segura para mejorar los niveles de glucosa en sangre en pacientes con DM2 y alto riesgo CV, además de no repercutir en la incidencia de eventos CV o fallo cardiaco”, señaló Rury Holman, director de la Unidad de Ensayos de Diabetes de la Universidad de Oxford.
A su vez, Eric Peterson, director ejecutivo del Central Drug Research Institute (DCRI) en la Universidad de Duke y coautor del estudio, mencionó que aunque los resultados globales referentes a CV son parecidos a los de otros trabajos con inhibidores de la DPP-4, en este caso, no hubo indicios de incremento del riesgo en pacientes con IC.
Los inhibidores de SGLT2
En relación con los inhibidores de SGLT2, se presentaron resultados de un ensayo fase III, en el que se comparó la eficacia y seguridad de dapagliflozina (10 mg.) —comercializado como Forxiga por la alianza Bristol-Myers Squibb y AstraZeneca—, versus placebo añadido a saxagliptina (5 mg.) y metformina de liberación inmediata (IR) en adultos con diabetes tipo 2 con control glucémico inadecuado, cuyos niveles de HbA1c basales se situaban entre el siete y el 10,5 por ciento.
Chantal Mathieuj, investigadora principal, subrayó que para aquellos pacientes que sigan un tratamiento de saxagliptina (Saxa) más metformina, la opción de añadir dapagliflozina (Dapa) a esta combinación es “eficaz y segura” que, además, permite “una reducción del peso (1,9 kilos) y hace que los pacientes tengan un riesgo bajo de sufrir hipoglucemias”.
Sobre la eficacia y seguridad de Saxa, añadida a la combinación Dapa más metformina, Sephan Mattaei, director del Centro de Diabetes, Metabolismo y Endocrinología del Hospital de Quakenbrück (Alemania) dijo que en los pacientes mal controlados, Saxa como complemento a Dapa más metformina no solo fue bien tolerado, sino que permitió “una reducción significativa” en la HbA1c con una mayor proporción de pacientes que alcanzaron la HbA1c por debajo de siete por ciento, versus los que recibieron la doble terapia de Dapa más metformina. Esta combinación se perfila como “un tratamiento eficaz y bien tolerado de la triple terapia oral en pacientes con diabetes tipo 2 mal controlados”, concluyó.
Sanofi también presentó los resultados “positivos” del ensayo clínico GetGoal Duo-2, cuyo objetivo fue comparar el uso de lixisenatida como complemento de la insulina basal (una vez al día) versus a como añadido a la insulina de acción rápida inyectable una vez al día en la comida principal (basal-plus) o tres veces al día (basal-bolo).
Acerca de los resultados, Julio Rosenstock, director del Centro de Endocrinología y Diabetes de Dallas, comentó que GetGoal Duo-2 muestra que la adición de lixisenatida a la insulina basal fue “significativamente eficaz con beneficios adicionales sobre la insulina de acción rápida”. Además, fue estadísticamente superior a la basal-bolo en cuanto a la fluctuación del peso.