c. ossorio Barcelona | viernes, 07 de marzo de 2014 h |

Liposucción linfática selectiva. Es el nombre de un concepto novedoso, heredado del profesor Hâkan Brorson, de la Universidad de Malmö (Suecia), que el Hospital Sant Pau de Barcelona ha implementado de forma pionera en España para tratar los casos de linfedema muy graves, con hipertrofia grasa, que no se pueden eliminar aunque se reposicione el sistema linfático y por tanto sin opciones hasta el momento, ya que no eran tributarios a las técnicas microquirúrgicas.

Fue una de las cuestiones destacadas en la III Conferencia Europea del Tratamiento del Linfedema, celebrada en el marco del Barcelona Breast Meeting (BBM 2014), un curso de referencia en el campo de la cirugía oncológica y reconstructiva de mama, al que asistieron 350 expertos de 32 países, que cuenta con el apoyo de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Secpre), la de Senología y Patología Mamaria (Sespm) y la Asociación Europea de Cirujanos Plásticos (Euraps).

La linfoliposucción implica una aproximación completamente diferente a la que suponía la anastomosis linfática-venosa, desarrollada hace muchos años por el japonés Isao Khosima, del Hospital Universitario de Tokio, que consiste en un proceso muy complejo de restitución del sistema linfático mediante la unión de los vasos superficiales con las venas subdérmicas de las extremidades afectadas.

La técnica de Brorson, de la que ya se han beneficiado 15 pacientes en el Hospital Sant Pau, es una tecnología preservadora de los canales linfáticos que aún funcionan, que mediante un vibroliposuctor que genera un movimiento helicoidal es capaz de romper los tabiques fibrosos y aspirar los adipocitos hipertrofiados conjuntamente con la fibrosis de alrededor.

Así lo detalló Jaume Masià, director del Servicio de Cirugía Plástica de los Hospitales Sant Pau y del Mar de Barcelona, especificando que la técnica es efectiva en una sola intervención y no requiere repeticiones, sino que es suficiente con hacer un tratamiento posterior de mantenimiento mediante presoterapia. De hecho, el profesor Brorson ya tiene resultados a 20 años de evolución con resultados estables.

Puesto que se trata de una técnica menos compleja que la microcirugía, Masià señala que cabe esperar que pronto será extensible a otros centros y a más pacientes. Tras explicar que no todas las personas presentan el mismo riesgo de desarrollar linfedema, porque éste depende del número de canales y la cantidad de tejido linfático, “para generalizar la técnica habría que hacer un estudio antes de la cirugía axilar, para estimar el riesgo de la paciente y realizar una indicación selectiva”, defiende, primando las pacientes que tienen pocos canales linfáticos por ser las de mayor riesgo.

Por su parte, las pacientes con linfedema que no están en un estado avanzado, se tratan con técnicas microquirúrgicas si su sistema linfático está activo, y con liposucción linfática si no lo está. Ahora bien, como puntualiza Masià, si su sistema está activo pero ya tienen grasa, se combinan las dos técnicas, realizando en primer lugar una restitución del sistema linfático seguida de lipoaspiración.

TBAR

Como opción preventiva, la restauración total de la anatomía de la mama tras el cáncer (TBAR, en sus siglas en inglés) permite en una sola operación la reconstrucción de la mama y del sistema linfático en pacientes en las que los canales aún no se han degenerado y se pueden volver a conectar tras la cirugía del tumor.

Según Masià, de forma “ideal” deberían ser tributarias a esta técnica todas las pacientes que van a someterse a una cirugía axilar —vaciado ganglionar— o a una cirugía de exploración ganglionar más radioterapia, así como las pacientes que tienen menos canales linfáticos.

Teniendo en cuenta que en España hay cada año unos 20.000 nuevos casos de cáncer de mama, de los que unos 15.000 van a llevar exploración axilar, y de los que la mitad presentarán menos canales linfáticos de lo normal, Masià calcula que serían candidatas a esta técnica entre 3.000 y 4.000 personas al año en España.

El tejido superior del abdomen

Roger Khouri, del Miami Breast Center, Miami (Florida), presentó por primera vez en Europa una técnica de reconstrucción mamaria mínimamente invasiva en la que se aprovecha el tejido de la parte alta del abdomen de la paciente (RAFT, en sus siglas en inglés), tratado de forma especial para condensar las células madre. “La ventaja es que sirve para hacer ciertas reconstrucciones con una técnica más sencilla que cuando se extrae grasa vascularizada por microcirugía”, valora Masià, indicando que, para reconstruir volúmenes pequeños, esta técnica es tan sencilla como una liposucción normal.

30%

Hasta un 30 por ciento de las mujeres afectadas por un cáncer de mama y el 40 por ciento de los pacientes con cánceres genitourinarios sometidos a resección quirúrgica desarrollarán linfedema, que en estado avanzado provoca hipertrofia de los adipocitos.